Si la semana pasada estábamos hablando del Parque Natural de Montseny y cómo su visita era una obligación para aquellos fans de las zonas verdes, hoy nos movemos hasta Madrid para descubrir el Parque de El Capricho, un lugar que aunque es transitado, no se encuentra entre los más famosos de la capital. Ideal para cualquier persona que quiera pasar la tarde tranquila, su ruta te dejará sorprendido cuanto menos.
Encargado por la duquesa de Osuna, su construcción se hizo entre 1787 y 1839. Actualmente, como único jardín del romanticismo que queda en Madrid, recibe visitas no solo de los ciudadanos que allí residen sino también de turistas impulsados por el sentido del parque y lo mucho que tiene para ofrecer. Siendo para algunos, uno de los más bonitos de la ciudad, sorprende que todavía siga como el gran desconocido. ¿Te gustaría saber más sobre él?
¿Qué podemos ver en el Parque de El Capricho de Madrid?
Con una extensión de catorce hectáreas donde veremos tres tipos de jardines diferentes (francés, inglés, italiano) nos encontramos ante una joya verde a varios metros del aeropuerto de Madrid que poco tiene que envidiar a aquellos que por norma, siempre están más concurridos. Jean Baptiste Mulot, un jardinero que había trabajado para María Antonieta, es el principal responsable de lo que hoy vemos en el Parque de El Capricho. A continuación, te dejamos con algunas de las mejores partes que lo definen:
Plaza de los Emperadores
A pocos metros de la entrada al Parque de El Capricho tenemos la famosa Plaza de los Emperadores. Aquí, tras hacer un pequeño recorrido por los jardines franceses que la componen, veremos un monumento que no te será fácil de olvidar. Decorado con una Exedra en la última década del siglo XVIII, este conjunto cuenta con un pequeño templete en su centro. Antiguamente concebida como fuente, llegó a denominarse Fuente de las Columnas aunque no terminó de trascender con el paso del tiempo.
Estanque de los cisnes
El agua cuenta con un protagonismo muy especial a lo largo del parque. El estanque de los cisnes, donde podremos perdernos mirando la vegetación que hay alrededor. Esta parte, ambientada en los jardines anglo chinos, es una de las favoritas de aquellos que vienen sabiendo dónde se meten. Perfecto para tomar hermosas fotografías, si eres un aficionado a las zonas verdes de Madrid, aquí terminarás encantado.
Templete de Baco
Sabiendo que estamos en un jardín del Romanticismo, no podía faltar el templete de Baco en nuestras colección. En honor al Dios griego del vino, este suele ser uno de los monumentos favoritos del Parque de El Capricho. La construcción, rodeada de doce columnas jónicas, resulta fantástica para pasear tranquilamente con nuestra cámara de fotos e ir captando todo lo que podamos y más de este hermoso lugar.
Casa de Cañas
Utilizado hace años como un embarcadero, la Casa Cañas está situada en una orilla próxima a la ría. Aquí llegaban los barcos que a menudo traían invitados que quería ver y disfrutar el parque. Actualmente sin uso de este tipo, sí que podemos acercarnos hasta aquí a pie (mientras estamos dando ese fantástico paseo) y hacer todas las fotografías que queramos. A menudo nos encontramos con turistas que han venido hasta aquí, solo para sentir su tranquilidad.
Casa de la Vieja
Si bien el antiguo embarcadero es un sitio en el que merece la pena pararse, uno de los elementos más populares del Parque de El Capricho es esta Casa de la Vieja. Como parte del jardín inglés, estamos ante una construcción ornamental que imita una vivienda de labranza. Con plantas decorativas perfectamente cuidadas, nos encontramos con un rincón que quizás, fue un pequeño huerto cuidado entonces por los sirvientes de la Duquesa de Osuna. ¿Qué sería lo que tenía en estas tierras?
Jardín de las flores
Para los que gustan de la botánica o quieren hacerse fotografías rodeados de colores, el Jardín de las Flores puede ser el rincón que más les guste. El paseo por aquí es de lo más agradable y además, al fondo de toda esta pequeña selva, nos encontramos con El Casino de Baile, uno de los caprichos de la duquesa que, mandando a construir con gran ímpetu, sirvió para celebrar todo tipo de fiestas y espectáculos de la época.
El Búnker
Los que busquen Historia de España también podrán encontrarla en el Parque de El Capricho. El Búnker es un enclave único en Europa, una construcción que sirvió en La Guerra Civil para esconder al Cuartel General del Ejército Republicano del Centro y que se puede visitar desde hace solo unos años. Para los aficionados a este conflicto bélico que cambió el curso de las cosas, es un espacio que no se deben perder.
El Laberinto, ¿lo más especial de el Parque del Capricho?
En el recorrido por el Parque de El Capricho te vas a encontrar con todo esto que hemos repasado pero quizás mueras por llegar al rincón que sigue siendo coronado por muchos como uno de los mejores para disfrutar en pareja, con un grupo de amigos o simplemente porque te ha dado el romanticismo de venir solo hasta aquí. Lugar con encanto y concebido para juegos amorosos en la época, merece una especial mención.
Construido a partir de unos setos gigantes, su mantenimiento hace que puedas disfrutar de cada detalle como si fuese el primer día. De aspecto impresionante, como anécdota viene bien saber que en los años cuarenta, concretamente el 12 de junio de 1946, el avión correo de Iberia que hacía el servicio entre Lisboa, Barcelona y Madrid, había despegado en el aeropuerto con la mala suerte de que uno de sus motores salió ardiendo. El aterrizaje forzoso se hizo aquí, en El Laberinto, dejando destrozado durante una temporada toda sus zonas verdes.
Con mucha Historia a su alrededor, el Parque de El Capricho es un espacio natural de Madrid que merece la pena ver y disfrutar en cualquiera de nuestras versiones. Lugar seguro para ir con niños, si este es tu caso no debes perderte ninguno de los puntos que hemos dicho y alguno más que seguramente acabarás descubriendo por tu cuenta. ¿Te animas a contarnos tu experiencia?