La Sevilla de Bécquer es uno de los mejores paseos que podemos hacer por la ciudad. El poeta, figura clave del Romanticismo, tuvo en la capital de Andalucía su fuente de inspiración y razón de vida. La casa donde nació, el Monasterio de Santa Inés y hasta la venta en la que encontró el amor o hizo sus primeros versos son algunos de los lugares que vamos a visitar. Hoy, aunque algunos de estos sitios son ya otra cosa, seguimos sintiendo aquella nostalgia que en su día fue una rutina más.
Nacido en Sevilla el 17 de febrero de 1836, Gustavo Adolfo Bécquer era un hombre melancólico que sentía pasión por la vida. Hijo de una familia noble que instaló en la ciudad, descubrió las letras y quiso cambiar el mundo con ellas. Romántico en una época en la que los varones no podían permitírselo, supo pronto que aquella vocación le haría bastante daño. Sin miedo escribió Rimas y Leyendas que años después de su muerte se convirtió en uno de los libros más célebres del país.
¿Cuál es la ruta de la Sevilla de Bécquer?
Rutas por la Sevilla de Bécquer podemos hacer muchas. Dependiendo de por dónde queramos empezar o cuáles sean los sitios que más nos interesen podemos hacernos con un paseo u otro. Para este artículo, como la idea es hablar de su vida, conocer sus costumbres y meternos de lleno en la historia del personaje, veremos lugares imprescindibles, aquellos que formaron parte de todo lo que rodea al poeta. A continuación, para los que quieran caminar y descubrir, os dejamos nuestra lista:
Barrio de San Lorenzo
El barrio de San Lorenzo es una parada imprescindible cuando hablamos de Bécquer. A pesar de que se movió por todos los rincones que podamos imaginar, fue aquí donde nació, dio sus primeros pasos, estudió y asistió a la parroquia. Conocido por todos, de joven se mostraba encantado con el lugar en el que le había tocado residir hasta que en 1841, por cuestiones de trabajo, su familia se traslada a Madrid y es aquí donde pasará toda la madurez hasta su prematura muerte por tuberculosis.
Museo de Bellas Artes
El retrato que Valeriano Domínguez Bécquer le hizo a su hermano está en el Museo de Bellas Artes. Haciéndose con el oficio de su padre, quiso que el poeta quedase inmortalizado en una de sus obras y así lo consiguió. La imagen, que es una de las más conocidas del poeta, refleja el inicio todo lo que le quedaba por sufrir, esclavo de sus propios sentimientos y del amor. Colocada en una planta dedicada a la Pintura sevillana del siglo XIX, es una de las cosas que no nos podemos perder.
Panteón de los Sevillanos Ilustres
En la Sevilla de Bécquer hay lugar para el descanso de sus restos. Colocados en el Templo de la Asunción, junto a los huesos de su hermano Valeriano, la estancia en Madrid no supuso nada a la hora de regresar a la tierra que le vio nacer. La visita, que tiene que ser concertada con anterioridad, es otra de las grandes paradas que hacemos en esta preciosa ruta. Organizada por la US, te llevan desde la Facultad de Bellas Artes hasta su interior con la idea de que disfrutes de un paseo inolvidable.
Catedral en la Sevilla de Bécquer
La catedral de Sevilla es uno de los monumentos más importantes de España. De origen gótico, nos encontramos ante la más grande que hay en el mundo de este estilo. Aquí, además de todo lo que ella supone para la ciudad, descansa el resto de la familia del poeta y es que tanto José Domínguez Bécquer como su esposa Joaquina Bastida Vargas, ganaron su sepultura en este bonito lugar. La ruta, que está hecha para que conozcas todas esas costumbres que dan nombre al escritor, también te trae hasta aquí.
Monasterio de Santa Inés
Cualquier aficionado a la historia del poeta conocerá la leyenda de Maese Pérez el organista. Este hombre, ciego de nacimiento, consiguió ver la esencia de Dios y el mundo gracias al sonido de las teclas del órgano que hay dentro del convento. El monasterio, situado en la calle Doña María Coronel, gana visitas gracias a que estamos ante uno de los conjuntos musicales más antiguos de Andalucía pero en la Sevilla de Bécquer toma protagonismo por la obsesión que el escritor tuvo con esto.
Parque de María Luisa
Uno de los puntos más impresionantes de la ruta es la famosa glorieta de Bécquer. Ubicada en el parque de María Luisa, se alzó sobre 1910 en honor al poeta más querido de Sevilla. Su representación, romántica como su protagonista, habla del amor, las mujeres y la vida que pasa. Junto a su busto, el ángel de cupido y tres figuras femeninas. El monumento, aunque ha sido testigo de algunos actos de vandalismo, está cargado de versos y escritos de esas personas que siguen sintiendo su obra desde dentro.
Venta de los Gatos
En el barrio de la Macarena estuvo la famosa venta de los Gatos, un bar al que Bécquer iba muy a menudo. Buscando nuevas aventuras y la sensación de libertad, protagonizó algunos de los mayores conflictos que se dieron en el lugar. El sitio, ya desaparecido hace años, se recuerda gracias a una placa que se colocó para inmortalizar dicho lugar. La fiesta, los primeros amores y el dolor fueron algunas de las cosas que marcaron al poeta que utilizó este espacio como base para sus creaciones.
Parque del Alamillo
Segundo parque que nos encontramos en la ruta de Bécquer. Si en el de María Luisa tenemos la glorieta que lleva su nombre, en el Alamillo está su cruz y el recuerdo completo de su muerte. El homenaje, hecho a razón de una cita que hay en sus versos, nos habla de ese último deseo de libertad y de cómo ninguna estancia fuera de la ciudad pudo superar lo que el poeta sentía por su Sevilla natal. A la orilla del Betis, justo como él pidió, mirando hacia el mar, no descansan sus huesos pero sí la memoria.
Como vemos la Sevilla de Bécquer tiene mucho que ofrecer. El paseo, que nos llevará por algunos de los rincones más bonitos de la ciudad, es como un encuentro con la memoria de quien sintió la capital de Andalucía desde dentro. Esta ruta, que se puede hacer tanto por libre como contratándola por guías profesionales, es una de las mejores que hemos encontrado en relación con la figura del poeta pero que tampoco olvida ese terreno sobre el que se ha sembrado, ¿te animas a descubrirla?