Si eres propietario de un alojamiento turístico sabemos que puede costar encontrar tiempo para dedicarlo a ser un anfitrión centrado en sus huéspedes. A su vez, también hay personas que se dedican especialmente a la administración de propiedades, es lo que llamamos gestores de alquileres vacacionales. Sea como sea la forma en la que lleves tu vivienda, siempre te irá bien un contrato de gestión de alquiler vacacional.
¿Qué es un contrato de gestión de alquiler vacacional?
Un contrato de gestión de alquiler vacacional es un acuerdo legal entre un propietario de una propiedad y una empresa o agente de gestión de alquileres vacacionales. Este tipo de contrato se utiliza cuando el propietario desea alquilar su propiedad a corto plazo para uso vacacional, y contrata a una empresa o agente para que se encargue de la administración y gestión del alquiler.
Es importante que tanto el propietario como la empresa de gestión de alquiler vacacional revisen cuidadosamente todos los términos y condiciones del contrato antes de firmarlo, para asegurarse de que ambas partes estén de acuerdo y proteger sus derechos e intereses.
¿Cuánto suele durar un contrato de gestión de alquiler vacacional?
En la mayoría de los casos la duración del contrato de gestión vacacional suele durar mínimo 1 año. Existe la posibilidad de que los propietarios puedan decidir mes a mes, pero este trámite tiene comisiones más altas. En el mismo contrato debe de aparecer en un apartado cuánto tiempo estipulado tiene la duración y que pasaría si se quisiera cancelar antes.
Algo que suelen hacer habitualmente es establecer un derecho de rescisión, dicho derecho está sujeto a que ambas partes avisen sobre las intenciones que tienen con un periodo anticipado que sea razonable (30-90 días).
¿Qué debe incluir un contrato de gestión de alquiler vacacional?
En el contrato de gestión de alquiler vacacional, se establecen los términos y condiciones específicos de la relación entre el propietario y la empresa de gestión. Un ejemplo de contrato de alquiler vacacional debería de incluir algunos de estos aspectos:
- Responsabilidades del propietario: Se detallan las obligaciones del propietario, como el mantenimiento general de la propiedad, el suministro de servicios públicos, el seguro de la propiedad, etc.
- Responsabilidades de la empresa de gestión: Se establecen las responsabilidades de la empresa o agente de gestión, que pueden incluir la promoción y publicidad de la propiedad, la búsqueda y selección de inquilinos, la gestión de reservas, la coordinación de los check-in y check-out, la limpieza de la propiedad, el mantenimiento y reparaciones necesarias, etc.
- Tarifas y comisiones: Se establece el monto de las tarifas y comisiones que la empresa de gestión cobrará al propietario por sus servicios. Esto puede ser un porcentaje del alquiler o una tarifa fija.
- Duración del contrato: Se especifica la duración del contrato de gestión de alquiler vacacional, así como los términos de renovación o terminación anticipada.
- Condiciones de cancelación: Se establecen las condiciones en caso de cancelación de una reserva por parte del inquilino y las políticas de reembolso correspondientes.
- Responsabilidad legal: Se establecen las responsabilidades legales de cada parte en caso de daños a la propiedad, incumplimiento de las obligaciones contractuales, disputas legales, etc.
Aunque estos sean los puntos más importantes y que tienen que estar presentes, puedes añadir nuevos puntos en función de las necesidades que tengas. Nuestra recomendación es que una vez hayas creado el contrato de alquiler vacacional contactes con un experto que se encargue legalmente de revisarlo para asegurarse de que todo esté correcto. Es mejor prevenir que arriesgarse a perder grandes cantidades de dinero. En Homenfun nos encargamos absolutamente de todo para que nuestros propietarios estén tranquilos.