Puede que Fogars de la Selva no sea el sitio más turístico de Cataluña pero sí la escapada perfecta para aquellos que buscan tranquilidad o un sitio en el que poder desconectar. Situado en la provincia de Barcelona, en la frontera con el Maresme, nos encontramos en un espacio donde los bosques y la oración a Dios son lo más importante. Con el cuidado del entorno natural como base, incluso hemos visto cómo el tratamiento de las aguas -que antes abastecían a toda una comarca- es una lección que debemos tomar.
El primer documento que tenemos de este sitio es del año 922. El nombre de Falgars, relacionado con una vieja parroquia, aparece en una cita del papel provocando cierto interés en Benedicto VI. Pasando por muchas manos desde entonces, el municipio ha tenido nombres como Fogás y Ramino (1842), Fogás de Tordera (1857-1981) o Fogars de Tordera (1991) Finalmente, desde 2001, conforme al acuerdo del Pleno del Ayuntamiento de esta localidad el 20 de octubre de 1997, se bautiza como hoy lo conocemos.
¿Qué podemos ver en Fogars de la Selva?
Muy alejado de lo que es el turismo convencional, Fogars de la Selva es un municipio que nos puede sorprender. Con apenas 1.500 habitantes, nada más llegar nos damos cuenta de que no estamos ante ese pueblo que sale en las revistas o que has buscado en Internet. Las iglesias, siendo su mejor apuesta para una visita, se unen a los caminos y esa conciencia que hay del cuidado del medio ambiente. Como metidos en un espacio por el que no ha pasado el tiempo, solo viniendo podremos valorarlo. A continuación, algunos de sus encantos:
Iglesia de San Andrés de Ramió
Construida en 1246, la iglesia de San Andrés de Ramió se mantiene en perfecto estado. De estilo románico modificado, sorprende que en el municipio no haya documentos sobre su protección y que esta, pese al paso del tiempo, quede como lo que vemos. La ausencia de turismo, el nulo vandalismo del lugar y el hecho de que por dentro no se puede visitar parecen ser los responsables de su mantenimiento. Accesible tanto para venir en coche como para hacerlo a pie, no importa como sea que quieras acercarte a la construcción.
Ermita de la Virgen de la Sierra
En el recorrido de monumentos santos también nos encontramos con la Ermita de la Virgen de la Sierra. De estilo románico (aunque no tardío como la anterior) acoge una planta rectangular central con una nave, un ábside y un gran pórtico de hasta tres arcadas por lado. Bastante bonita por fuera, si eres de esos grandes apasionados de la Historia del Arte y sus construcciones sin duda disfrutarás mucho en tu paseo por aquí. El municipio, dotado de ese aire melancólico que tanto le caracteriza, envuelve la situación logrando muy buenos resultados.
Iglesia de San Cebrián
Incluida en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña, la primera documentación que tenemos sobre ella es del año 974 aunque el edificio que tenemos en la fotografía de ejemplo se construyó en 1590. La iglesia de San Cebrián, completamente destruida, parece que fue remodelada para su futura conservación aunque hay poco que se sepa sobre esto. De estructura gótica y con un ábside semicircular, no podemos perder la oportunidad de verla por dentro donde admiraremos un retablo con el Descendimiento de la Cruz y San Sebastián y San Roque.
Museo del Campesinado de Fogars de la Selva
No podemos olvidar que Fogars de la Selva es un municipio donde la agricultura de regadío, la ganadería y la avicultura son las bases económicas y lo que ha mantenido a su población desde que está en pie y es por eso que el Museo del Campesinado es tan especial. Recreando una antigua masía catalana, en su visita vemos cómo era el mobiliario, el utillaje y las herramientas propias para el campo del siglo XVII. Como recuerdo de lo que siempre han vivido sus residentes es algo que no tendríamos que perdernos.
Volcán de Sant Corneli
Terminado el legado religioso de nuestra visita podemos acercarnos hasta el volcán de Sant Corneli. Originado a partir de un cono ardoroso, se convierte en un pitón que se ha perdido con el tiempo. Situado en una zona donde han nacido muchos ejemplos como el suyo, es todo un descubrimiento para los amantes del senderismo que, después de pasar por laderas de pinos y encinas, seguro que agradecen otro tipo de paisaje poco común y de lo que La Selva está plagado. ¿Te animas a venir?
Pedrera de Can Saboia
Aunque la chimenea principal es actualmente una explotación cantera, todavía podemos ver las columnas de basalto que se esconde en el subsuelo y que en su día tuvieron bastante protagonismo. En la fotografía de arriba vemos una parte de lo que nos vamos a encontrar que, sin ser nada histórico o de lo que nos podamos asombrar, sí que resulta interesante de ver. Aquí, en la chimenea lateral, antiguamente estaba la vieja ermita de Sant Cornelli de Montells, original de 1200 pero ya desaparecida.
Como vemos, en Fogars de la Selva hay mucho por descubrir. Puede que no sea la región más popular de las afueras de Barcelona o que no cuente con un legado histórico y/o cultural que se ve en otras partes pero sí que resulta perfecto para desconectar, cambiar de aires y explorar lo que es la vida rural con economía de campo. De larga tradición leñadora, también puedes meterte en esos bosques de pinos y robles donde, si no sabes el camino, podrías hasta perderte. ¿Te apetece un poco de aventura rústica?
Por ahí venden casas rústica? A cuanto está de Barcelona?