El parque de Oromana es uno de los más bonitos de Sevilla. Conocido como uno de los «pulmones de la provincia» nos encontramos en un sitio que es perfecto para venir con nuestros hijos los días de verano. Con la característica de que a su alrededor hay un río que recorre toda su superficie, a pesar del calor pesado que hace en estos meses, en las horas bajas no resulta tan desagradable. Ideal para las tardes de domingo, si estás trabajando o no te puedes mover de aquí durante una temporada, quizás sea una buena alternativa de ocio.
Presentado en la Exposición Iberoamericana de 1929, este entorno natural tiene tantos años como Historia a sus espaldas. Con el agua como uno de sus elementos principales, desde la antigüedad clásica hay vestigios de aprovechamiento hidráulico que se consagró con el primer sistema de canales que instalaron los romanos. Por otro lado, ya en la época andalusí, se desarrolla la industria molinera que hace de este riego una de esas fuentes de abastecimiento para el cultivo del cereal.
¿Qué podemos hacer en el parque de Oromana?
Registrado en el municipio de Alcalá de Guadaíra, debemos saber que el parque de Oromana (gracias al largo del río) está conectado con Cádiz desde la Sierra del Pozo Amargo. De esta forma, sin que la tierra llegue hasta allí, se observa la conexión que hay con la ciudad vecina y a la que tanto gusta ir durante los meses de verano. Su espacio, que nos ofrece infinidad de cosas para hacer, es uno de los favoritos de las familias aunque también podemos venir con nuestra pareja y/o solos. A continuación, algunos de sus encantos:
Ruta de los molinos
Siguiendo el transcurso del río, nada hay como hacer una pequeña ruta por los molinos. Benarosa, el de Algarrobo, la Tapada o el que lleva el nombre mismo del parque son algunos de los que nos encontramos. Viejos dispensadores de agua para la ciudad, sus figuras huelen a Historia y a todo lo que uno de estos espacios al aire libre era antes. Cada uno con su descripción, incluso los más pequeños de la casa se divertirán viendo los peces por el agua o fijando la mirada en estos viejos instrumentales hidráulicos.
Ermita de San Roque
La ermita de San Roque es uno de los puntos de interés del parque de Oromana. Construida en 1570, nos encontramos con una iglesia de una sola nave que en otro tiempo pudo tener un pequeño crucero. Reformada a finales del siglo XIX, tiene un protagonismo especial en la madrugada de cada Viernes Santo, durante la Semana Santa, porque es tradición subir la imagen de Jesús Nazareno al Monte del Calvario. Rodeada de pinos piñoneros, además de ofrecer una estampa de lo más melancólica, desde aquí podemos disfrutar de unas vistas espectaculares.
El bosque de Oromana
Conocido también como el bosque de los almeces -a razón de las interminables hileras que hay de este tipo de árbol- estamos en una de las partes más profundas del parque y a la que te encantará venir con tus pequeños. Aquí, a pesar de que hace unos años era bastante complicado entrar, ahora está muy bien condicionado y es de fácil acceso para todos. Con la idea de que el conjunto se disfrute al máximo, el ayuntamiento no dudó un momento en ofertar todas las opciones posibles para este enclave natural.
Puente de Carlos III
El puente que cruza todo el parque de Oromana tiene siete arcos sobre estribos que hacen que sobresalga de la zona verde para cruzar prácticamente toda la ciudad de Alcalá de Guadaira.