El parque Samá es una de las mejores muestras de jardinería romántica del siglo XIX. Situado en Cambrils, en la provincia de Tarragona, estamos ante un lugar que parece como sacado de un cuento. Su arquitectura aristocrática, rodeada de árboles de limón, nos habla de la Cuba colonial a la que está fielmente dedicada. Perfecto para una escapada de fin de semana -está a tan solo hora y media en coche desde Barcelona– este viaje al pasado hará las delicias de todos los aficionados a la botánica.
Diseñado por Don Salvador Sama i Torrens, marques de Marianao, el parque cuenta con catorce hectáreas en la que habitan más de 1.500 ejemplares entre flora y fauna. Esta residencia de descanso también cuenta con algunas obras de Antonio Gaudí, el famoso arquitecto catalán que tiene obras repartidas por toda España. Con un legado indiano indiscutible, el jardín es un homenaje a la belleza, un paisaje con memoria que recrea la nostalgia reprimida de otros mundos.
¿Qué podemos ver en el parque Samá?
Conocido por muchos como «la Cuba de España» el parque Samá fue posible gracias a la fortuna que el padre de Salvador hizo en el país. Entre campos de cultivo, la idea era hacer un pequeño homenaje a ese país que tanto le había gustado. Perfectamente conservado -el zoo privado sí que desapareció tras la Guerra Civil española- cualquier tarde de domingo puedes perderte por sus senderos estrechos, observar los animales o asistir a alguno de sus conciertos al aire libre. A continuación, te dejamos con sus partes fundamentales:
Gruta del lago
La gruta del lago es una de las maravillas del parque. Desarrollada en piedra caliza combinada con cemento, tiene una representación simbólica que habla de ceremonias y rituales misteriosos en un momento pasado. El lago, formado por tres islas unidas por puentes, cuenta con hasta tres metros de profundidad y una hectárea de extensión. La isla central, en la que nos encontramos, está el embarcadero desde el que podemos coger un vehículo para navegar por las aguas de este paisaje de cuento.
Cascada del lago
Como el lago recorre todo el parque de Samá de Cambrils ahora nos toca hablar de la cascada. El agua del canal proviene de una mina subterránea con unos cinco kilómetros de longitud hecha a propósito. La gruta que encontramos aquí, cubierta de musgo, palmáceas y helecho consigue dar al entorno tonalidades muy diferentes entre sí. En su interior se aprecia bastante la mano de Gaudí que, como maestro del contraste, diseñó un equilibrio entre belleza, funcionalidad y simbolismo.
Mirador del Bosque
Atravesando la cueva anterior por dentro llegamos hasta el Mirador del Bosque. Entre cuevas y puentes nos encontramos con instalaciones que tiempo atrás sirvieron para alojar a los animales que tenía el marqués de Marianao. Perfectamente conservado, si quieres llevarte una imagen de postal del lugar en el que estás aquí puedes hacerte con una de las mejores. Las grutas, conectadas entre sí, nos llevan por su interior viendo la calidad de la roca y hasta salir por una escalera desde la que divisamos el paisaje exterior.
Casa palacio del parque Samá de Cambrils
La casa palacio es uno de los monumentos que tenemos que ver en el parque. Con más de mil cien metros cuadrados, estamos ante un edificio en el que se combinan los estilos rococó, barroco y medieval. El esplendor desgastado de la construcción contrasta con el color verde de la vegetación del jardín dándole una bonita ambientación. Aunque el interior no se puede visitar -algo que siguen lamentando muchos viajeros- la estampa que vemos desde fuera es algo espectacular.
Fuente de las Conchas
Junto a la casa palacio tenemos la Fuente de las Conchas. Su atractivo radica en que está hecha con caparazones gigantes y caracolas de mar que fueron capturadas mientras se edificaba la vivienda. En esta misma parte, a espaldas del caserón, nos encontramos con un surtidor de de agua que, fabricado en hierro colado, da un mayor encanto a la escena. Como vemos en la fotografía, la construcción está muy bien conservada y da al espacio ese encanto especial que le caracteriza.
Pabellón de los Loros
Junto a la casa palacio también está el Pabellón de los Loros. Construido sobre una gruta, la edificación está perfectamente metida en el entorno natural dando al conjunto una sensación muy especial. Por la escalera de piedra que tiene justo al lado podemos subir hasta el techo y observar el jardín desde una perspectiva distinta. A menudo nos encontramos aquí pájaros metidos en jaulas que cantan sin parar ofreciendo música a un escenario en el que todo parece hecho para la fantasía.
Torre del Ángulo
La Torre del Ángulo es la última parada que hacemos en el parque. Con veinticuatro metros de altura- ayudada por la montaña artificial sobre la que está construida- hace las veces de mirador consiguiendo que el viajero se lleve la estampa más bonita del jardín. Hecha con formas geométricas rígidas, en 1930 sirvió como almacén de ametralladoras durante la ocupación militar. Visitable también por debajo gracias a que está hueca, si quieres ver como es por dentro no debes perder esta oportunidad.
Como vemos el parque Samá de Cambrils es un sitio perfecto para pasar una tarde en familia. Como sacado de un cuento, si vivimos en Barcelona o por los alrededores no podemos perder la oportunidad de venir hasta aquí. Abierto al público de forma gratuita, solo necesitamos un par de horas para explorarlo en profundidad y sentir toda esa magia de la que hemos estado hablando. Ideal para que jueguen los niños o para las parejas de enamorados, ten por seguro que no lamentarás su visita.