El Mirador de Colón es uno de los monumentos más visitados de Barcelona. Situado en la Rambla, muy cerca del mar, nos ofrece una de las mejores panorámicas de la ciudad condal. Perfectamente accesible desde la estación de Drassanes, nos encontramos ante una torre de cincuenta y siete metros de altura que no deja a nadie indiferente. Declarado Bien Cultural de Interés Local, se presentó en la Exposición Universal de 1888 conmemorando la llegada del navegante tras su viaje de vuelta del Nuevo Mundo.
Formada por una torre de estilo corintio, ocho leones que aguardan en su base y la estatua del mítico explorador en la cornisa, este oteador es uno de los reclamos turísticos de la ciudad. Perfectamente conservado, solo con verlo al final de paseo podemos hacernos una idea de su importancia para la ciudad y los que se atreven a subir. Diseñado por el arquitecto Cayetano Buigas, para su construcción hizo falta un equipo completo de trabajadores y varios años de reformas.
¿Cuál es la importancia del Mirador de Colón?
El simple hecho de saber a quién está dedicado ya habla de su importancia. El Mirador de Colón, construido en homenaje al descubridor, tomó forma en 1881 hasta que siete años más tarde se presentó. El detalle del navegante al elegir el puerto de Barcelona como lugar de desembarco fue la principal de las razones por la que Buigas se puso manos a la obra. Situado en la Plaza del Portal de la Pau, actualmente reúne a turistas de todo el mundo que quieren disfrutarlo por dentro.
La estatua de Cristóbal Colón, la parte más importante del monumento, nunca ha estado exenta de polémica. Durante años se ha investigado sobre el lugar hacia el que apunta el dedo del navegante llevándonos una sorpresa. Al parecer, aunque muchos pensaban que era a las Américas, lo cierto es que los últimos datos hablan de Italia. De ser la primera opción -algo bastante lógico puesto que es el responsable de saber del continente- se debería mirar hacia la Rambla mientras que está en sentido contrario.
Por otro lado, el Mirador de Colón es el monumento más buscado de la ciudad de Barcelona tras la Sagrada Familia. Si bien muchos de los turistas han reconocido no saber cuál es su sentido, quedan maravillados con su longitud y por eso algunos deciden entrar para ver de qué se trata. Así, aunque la figura del navegante no es misterio para nadie, vemos como hay personas que desconocían su parada en el puerto barcelonés y lo que esto supuso para una época llena de luz.
¿Cómo es el interior del Mirador de Colón?
Para ver Barcelona desde lo más alto tenemos que subir al Mirador de Colón (o al Tibidabo) paseando por el interior de la columna daremos con una planta subterránea en la que hay un ascensor que nos llevará hasta la cúspide. Ahí, justo donde vemos la tienda de souvenirs de la fotografía, nos hacemos con nuestras entradas -a un insignificante precio de 6€ por cada adulto- y ya podremos disfrutar de unas vistas únicas de la ciudad. La cima, perfecta para hacer fotografías panorámicas, no se puede comparar con nada de lo que hayas visto.
El ascensor es bastante antiguo y pequeño (en él solo caben tres personas) La sensación de estrechez puede que no sea agradable para algunos así que, si tienes algún tipo de inquietud con los espacios cerrados, será mejor que desestimes la idea. Para subir un guía turístico nos indica el camino y una vez dentro, en dos o tres minutos habremos llegado hasta arriba. El mirador está cubierto por un cristal que nos hace mucho más apetecible lo que estamos viendo aunque los adornos que hay a su alrededor pueden jugarnos una mala pasada.
Las vistas que tenemos desde aquí es lo que anima a los turistas a subir hasta lo más alto. La montaña de Montjuic, la Rambla (puedes divisarla desde cualquiera de sus ángulos), el barrio Gótico y parte de la Barceloneta son algunas de las cosas más interesantes. En cualquier caso, el simple hecho de ver lo que es el monumento por dentro y poder formar parte de su interior por unos minutos ya hace la visita atractiva. En sus alrededores además, contamos con cantidad de monumentos y rincones históricos para disfrutar de la ciudad.
El Mirador de Colón nos ofrece una imagen de Barcelona desde las alturas. En nuestro paseo por la Rambla, si queremos hacer algo diferente o que invite a la historia de la ciudad, aquí contamos con una oportunidad de oro para ello. Para visitar solo, en familia o con los amigos (teniendo en cuenta que en el ascensor solo caben tres personas) son muchas las cosas que podemos ver desde aquí. Varios amantes de la figura del navegante ya saben cuál es el privilegio de admirar la capital de Cataluña en esta posición. ¿Cuándo vienes tú?