El Caribe ha sido una de las zonas más afectadas en lo que al descenso de turismo se refiere. Esta región, localizada al sureste de América del Norte, es una de las más cotizadas para disfrutar de unas bonitas vacaciones. Playas que no verás en ningún otro lugar, islas que están como perdidas en medio del océano y todo tipo de ocio para parejas, familias o grupos de amigos, preocupa bastante que ahora no cuente con aquel volumen de personas que iban y venían a lo largo de la temporada.
La Organización de Turismo del Caribe (CTO) arroja unos datos anuales donde vemos cuáles han sido los números con respecto al año anterior y, para sorpresa de todos, nos encontramos con un desplome de hasta un 65,5%, lo que supone unos treinta millones menos de viajeros que se han dejado ver por unas islas que antes contaban con una cotización sin igual. Sus países, con una economía bastante dependiente del turismo, han visto cómo esos ingresos que antes solo daban beneficios, ahora están estancados.
¿Cuáles son las consecuencias de la falta de turismo en El Caribe?
Según el informa que ha enviado la CTO, desde mediados de marzo prácticamente nadie visitó El Caribe aunque en junio sí que se notó un pequeño empuje gracias al mínimo abierto que había con sus fronteras. Esto, que aunque no sirva de consuelo sí que fue una buena noticia, recuperó un poco la economía congelada que en ese momento sufrían sus países. Cuba, Puerto Rico o la República Dominicana son algunos de esos sitios de ensueño que tanto gustan a los turistas pero que hoy parecen como caídos en agua de borrajas:
Ingresos paralizados
En países donde hasta un 80% de los ingresos reales provienen del turismo es complicado pensar en una normalidad cuando no llegan aviones y los pocos que vienen no cuentan con el gasto que había antes. Los viajeros, que habitualmente vienen de vacaciones, disfrutan del sol, la playa y el mar mientras invierten un capital medio/alto en consumo de alimentos, bebidas o souvenirs. Todo esto, que se anota como beneficio para el gobierno y los habitantes que aquí conviven, se ve ahora de una manera muy diferente.
Desplome del turismo
Una cosa nos ha llevado a la otra y, si los ingresos se han visto paralizados es porque El Caribe recibió once millones de turistas en 2020 frente a esos treinta y dos que se dejaron caer por sus islas el año anterior. Esto, que supone un 65,5% menos para todo el territorio, ha dado un golpe seco para la economía que se gesta en sus diferentes gobiernos. Al parecer, en 2019 la zona registró una de sus mejores temporadas y esto hizo que las propias agencias pensaran en ofertas o contratos de un nivel más alto. ¿Qué pasará ahora que todo ha cambiado?
Descenso de ofertas de trabajo
Como en cualquier otra parte del mundo, cuando hay un aumento del turismo también se alzan las ofertas de trabajo. En hostelería, gracias a lo mucho que buscan los viajeros en este sentido, existe un fuerte incremento de las demandas y son los lugareños quienes aprovechan la oportunidad para meter algunas monedas extras en sus bolsillos. Ahora, con la caída en picado de las reservas, nos encontramos ante una completa incertidumbre puesto que no sabemos cuándo volverá la supuesta recuperación.
Turismo de referencia
El Caribe es, en destino paradisíaco, lo que París, Londres o Nueva York supone a la gran ciudad. Cuando queremos hacer turismo de compras o solo disfrutar de una metrópolis diferente a aquella en la que vivimos, vamos a esos sitios donde solo podemos acertar. La arena de sus playas, el color del mar en el que estamos a punto de bañarnos o ese clima tropical es lo que la gran mayoría busca para sus vacaciones de verano o fechas cruciales como aniversarios o relacionados. ¿Qué es lo que pasará ahora?
Corte de convenios
Existen una serie de convenios internacionales que esta zona tiene con España y otros países de Europa. A razón de la crisis, aunque no se ha hablado expresamente de ello, nos encontramos con todas las cartas para que esto también se paralice y como consecuencia se genere un declive no solo para este año que cruzamos sino con las nuevas temporadas que están por entrar. Estas islas, consideradas un destino activo durante los meses de sol, podrían pasar al otro extremo sin que si quiera nos diésemos cuenta.
El Caribe, como muchos otros sitios que viven del turismo casi prácticamente en su totalidad, notó un pequeño descenso en marzo de 2020 que no paró hasta nuestros días. Ante la imposibilidad de salir fuera de la propia frontera -al menos bajo la norma del gobierno de España- las reservas para pack o tours en el extranjero son prácticamente inexistentes. Con las noches de hotel desplomadas, los países de la zona comienzan a pensar en iniciativas que no tengan nada que ver con lo visto hasta ahora para conseguir recuperarse más pronto que tarde.