El barrio gótico es uno de los lugares más solicitados de Barcelona. Perfecto para pasear o pasar la tarde descubriendo todos los monumentos que lo forman, nos encontramos ante el núcleo más antiguo de la ciudad y del que hoy todavía quedan restos del asentamiento romano que fue en esos años en los que aún tenía que formarse. Así, con más de dos mil años de Historia, a nadie que venga a visitarlo le faltarán cosas para hacer en este lugar que durante mucho tiempo fue mágico.
Ubicado en el distrito de Ciutat Vella, al gothic también se le conoció como «el barrio de la Catedral» y es que esta nueva denominación es mucho más moderna de lo que las personas tienen consciencia. En cualquier caso, es importante saber que no todos los edificios que tenemos en el lugar son del estilo a razón de las remodelaciones que se han tenido que hacer con el paso de los años. Al venir aquí, aunque nos enamorará de todos modos, es interesante conocer este dato.
¿Qué podemos ver en el barrio gótico?
Solo con pasear por las calles del barrio gótico estaremos sacándole partido a la visita. Sus edificios, conservados o reestructurados para el disfrute de los turistas, cuentan con una buena cantidad de leyendas a sus espaldas así como también se arropan en la Historia que los define. Ideal para captar la atención de aquellos que se interesan por los cimientos de Barcelona, seguro que en tu primer recorrido te quedan cantidad de cosas por conocer con el paso del tiempo por aquí:
Catedral de Barcelona
Lo primero que tenemos en el barrio más antiguo de la ciudad es la Catedral de Barcelona. Esta construcción, gótica de los pies a la cabeza, se puso en pie entre los siglos XIII y XV consiguiendo un rincón único en el que se podían reunir los fieles que venían desde cualquier parte para sus oraciones y pedir por aquellos que más les importaban. Dedicada a Santa Cruz desde el año 599, no fue hasta el 877 que se incluyó a Santa Eulalia que, hasta los días que nos ocupan, sigue siendo la patrona de Barcelona.
Pont del Bisbe
Al hablar del Pont del Bisbe lo hacemos de una de las imágenes más importantes de la ciudad condal. Este puente elevado, construido por Joan Rubió en 1928, une el edificio de la Generalitat de Catalunya con la Casa de los Canónigos y, aunque en un principio no se hizo para este fin, hoy supone una auténtica representación dentro del barrio gótico. Odiado por los propios barceloneses en aquella época, nadie se podría haber imaginado que dentro de unos años el macizo se convertiría en algo tan llamativo.
Museo de Historia de Barcelona
Los más aficionados a los orígenes de la ciudad, además del paseo por sus calles, cuentan con el Museo de Historia de Barcelona. Con el yacimiento de la antigua Barcino como protagonista absoluto, resulta fundamental leer las guías y darse cuenta de cómo se trasladó piedra a piedra desde Mercaders hasta la Plaza del Rey para que ahora nosotros podamos disfrutarlo. Con cuatro mil metros cuadrados, sus ruinas están muy bien conservadas y nos hablan de ese tiempo en el que todo era distinto.
Mirador de Colón
Para ver las calles del barrio gótico desde arriba el mirador de Colón es la mejor alternativa. Atracción turística donde las haya, son muchas las personas que, cuando vienen a Barcelona, sienten la necesidad de subirse a sus alturas. La estatua del navegante, que fácilmente se puede ver al andar por estos rincones, se vuelve el suelo por el que vamos a pisar en el momento en que decidimos escalar hacia su cima. Ideal para dar la ciudad a descubrir con nuestros hijos, siempre es un punto a tener en cuenta.
Basílica de Santa María del Pi
Los amantes de la escuela que da nombre a este barrio tienen que pasar por la Basílica de Santa María del Pi. Gótica desde la fachada hasta la ábside, nos encontramos ante una nave de cincuenta y cuatro metros de largo más los dieciséis con cincuenta que tiene de largo que se mantiene erguida y bien conservada para que todos podamos admirarla. A su planta, los juegos de luces que dejan sus vidrieras es lo que más gusta a las personas que van para ver qué es lo que encierra.
Parroquia de Santa Ana
Mezclado en esta ocasión con el románico, la parroquia de Santa Ana es otro de los monumentos que debemos visitar. Construida en el siglo XII, gracias a la cantidad de tiempo que lleva en este espacio acogió el nombre de la calle en la que se encuentra. Vinculado a la Canónigos Regulares del Santo Sepulcro, fueron muchos los seguidores que rezaron aquí sus plegarias y ahora, gracias al cariño del pueblo, tenemos un conjunto que desde 1881, se declara Bien de Interés Nacional para toda España.
Como vemos, en el barrio gótico tenemos cantidad de cosas para pasar la tarde, venir a Barcelona de manera expresa y disfrutar con la familia o los amigos durante un fin de semana. Tanto si nuestra idea es dar paseos por sus calles como si lo que queremos es entrar en las iglesias que acabamos de nombrar, sin duda tenemos una cita para disfrutar de una de las zonas más bonitas de la ciudad condal. Con mucho por descubrir, si vives cerca de la capital de Cataluña o vienes de vacaciones es obligado que te pases por aquí.