El parque de Joan Miró es uno de los tesoros de Barcelona que nos quedan por descubrir. Perfecto para pasar una tarde en familia, lejos de ser un simple centro de juegos al que puedes venir con tus hijos, también atesora algunas de las mejores esculturas de la ciudad. Situado al lado de la plaza España, cerca del monte Montjuic y junto al centro comercial las Arenas, nos encontramos con un kilométrico escenario al aire libre que apetece para cualquier estación del año.
Inaugurado en 1983 en honor al pintor catalán, en un principio se conocía como «el parque del matadero» Hasta 1979 el antiguo camal de la ciudad se encontraba aquí pero, con la idea de ampliar los espacios verdes por la zona, finalmente acabó demolido. Actualmente se cuentan cinco hectáreas de plantas, monumentos y lugar de juego para los niños que dan color a la ciudad. El proyecto, que formó parte de aquella Barcelona sostenible, sigue siendo uno de los más importantes de la época.
¿Qué podemos hacer en el parque de Joan Miró?
Si resides en Barcelona o te has pasado tiempo viviendo aquí sabrás que el parque Joan Miró es ese sitio donde vienen las familias los domingos para que sus hijos puedan disfrutar al aire libre. Con cientos de juegos para niños, el lugar se hace perfecto para la adrenalina de los más pequeños pero no todo se queda aquí. Idelfonso Cerdá, diseñador principal del conjunto, tuvo muy en cuenta que el pintor surrealista era el verdadero protagonista del sitio y como tal, cuenta con varias esculturas en su nombre:
Mujer y Pájaro
La escultura Mujer y Pájaro es una de las construcciones más importantes del parque. Con veintidós metros de altura, trabajada sobre hormigón y con su peso sobre un estanque artificial, nos encontramos con una escultura que sobresale por encima de todo lo demás y que alcanzamos a ver desde la Plaza de Toros de Barcelona situada en uno de sus frentes. La figura, que representa una forma femenina con un sombrero en el que se posa un ave, fue un regalo que MIró hizo a su ciudad natal.
Biblioteca de Joan Miró
En el parque de Joan Miró también tenemos una biblioteca que lleva su nombre. Perfectamente conservada, nos encontramos con un edificio rodeado de agua, protegido por grandes ventanales que arrojan las mejores vistas del conjunto. El centro, dividido por una zona de para los pequeños y otra para los adultos, es perfecto para relajarse mientras disfrutamos de la mirada de los jardines. Si venimos con niños aquí cuentan con material didáctico, juegos de mesa o libros para colorear, ¿no te parece un plan perfecto?
Zonas infantiles
De las cinco hectáreas que tiene el parque una buena parte está destinada a los niños. Los pequeños, que gustan de jugar al aire libre, tienen todas las instalaciones que podamos imaginar y es que con el paso de los años se ha pensado todavía más en ellos. Con la tirolina como protagonista absoluta de las tardes, también encontramos toboganes y una araña para trepar. Por si fuese poco, desde junio del año pasado tenemos juegos de agua durante los meses de verano para apaciguar el calor de las tardes. ¿Alguien que te más por menos?
Zona ajardinada
En la zona ajardinada del parque Joan Miró contamos con una exquisita variedad de plantas. Apostando por la variedad en el ecosistema, contamos con un sinfín de especies que ya gustarían en otros sitios. Palmeras canarias, datileras, pinos blancos o cedros son algunos de los ejemplos que se dejan ver en su interior pero no los únicos. Para los románticos, junto a la biblioteca, hay una hilera de adelfas y vallas de cipreses que nos hacen sentir como en la escena de una película.
Estructura del parque
La estructura del parque no es así por casualidad. Desde un primer momento el ayuntamiento de Barcelona buscaba que «lo verde» volviese a cubrir la ciudad y es por eso que tenemos tantas plantas distintas. La industrialización masiva que había sufrido la ciudad condal entrado 1980 se tenía que frenar de alguna manera y, ¿qué mejor que un jardín kilométrico en medio de la metrópolis? La combinación que Cerdá hizo entre esculturas y una vegetación variada fue el mejor resultado que se podía conseguir sobre esto.
Como vemos, el parque de Joan Miró es perfecto para pasar una tarde de domingo en familia. Con cantidad de instalaciones para pasar un buen rato, se ha hecho bastante popular entre las parejas con niños gracias a sus instalaciones. Respetando la flora y valorando la importancia de un ecosistema variado, sostenible y con salud, su entorno también sirve para hacer fotografías u observar las esculturas. Si estás de paso por Barcelona y quieres ver algo que realmente merezca la pena puede que éste sea tu sitio.