El turismo en Toledo es una iniciativa de la que se hablaba el mes pasado. El ayuntamiento de Madrid, a fin de que podamos descubrir un poco más sobre la Historia de España, presentó un programa donde destacaba el valor de esta ciudad. A pocos kilómetros de la capital, la provincia imperial nos espera con sus mejores galas. Ruinosa, oscura y polvorienta hace tan solo unos años, ahora nos encontramos con un sitio que se ha enganchado al carro de la modernidad y tiene mucho que ofrecer.
Acumulando arte y belleza por todos sus rincones, la ciudad se acabó reconciliando con aquellas épocas de abandono que inspiraban a los viajeros más románticos pero que ahora es solo un recuerdo. Restaurando templos, palacios y apostando por una arquitectura ligada a los tiempos que corren, nos encontramos ante un sitio que nos ofrece su versión más indie, un lado alternativo y con sentido ecléctico. ¿Te gustaría saber por qué a partir de este momento se puede convertir en tu lugar favorito?
¿Qué podemos ver en Toledo?
Viniendo de Madrid puede que Toledo no nos impacte de manera positiva. A la ciudad, aunque se está esforzando al máximo por ofrecer otro tipo de turismo, le queda todavía mucho para entrar en la lista de sitios modernos en España. En cualquier caso, hablamos de una mezcla perfecta entre lo que se sabe del pasado, el presente que vivimos y el futuro que está por venir. Como lugar en el que convivieron la cultura musulmana, judía y cristiana, nos podemos hacer una idea de cuál es su legado:
Plaza Zocodover
La Plaza Zocodover es el centro neurálgico de la ciudad y el lugar por el que vamos a empezar nuestra visita. De origen árabe, está rodeada de casas con arquitectura castellana y algunos edificios emblemáticos. El Arco de la Sangre, construido en el siglo X, era el único espacio abierto que había en su época islámica aunque ahora todo ha quedado muy olvidado. Porticada y con forma rectangular, esta placeta sigue siendo el lugar de encuentro entre los lugareños gracias al ambiente de sus calles.
La oficina de turismo, situada en una de las esquinas de la plaza, invita a coger el mapa que nos moverá por la ciudad. Aquí, si acabamos de llegar de Madrid, también podremos parar para tomar algo en las terrazas de los restaurantes. Toledo, con una historia espectacular a sus espaldas, también es centro de fiesta y son muchas las personas que vienen para vivir su ambiente. Perfecta para visitar durante la noche, recomendamos que te muevas por todas esas callejuelas que esconden más de un secreto.
Alcázar de Toledo
El Alcázar de Toledo es de visita obligada. Situado en la parte más alta de la ciudad, se construyó sobre las ruinas de una fortaleza medieval con el fin de ser residencia real de Carlos I. Levantado en 1525, aunque cuenta con un riguroso mantenimiento, no ha pasado por ningún proceso de restauración y, lo que vemos en nuestros días es exactamente lo que fue. El conjunto es un ejemplo perfecto de lo mucho que importa el legado histórico alrededor de toda la provincia de Castilla La Mancha.
En el interior del Alcázar tenemos el Museo del Ejército donde hay varias exposiciones y salas aunque muchos viajeros lo consideran prescindible si tu visita a la ciudad está limitada. El exterior, con cuatro fachadas distintas, es bastante grande y nos llevará tiempo recorrerlo de un extremo a otro así que aquí tendrás que valorar tú donde quieres emplear las horas. Por otro lado, la biblioteca de Castilla La Mancha es de acceso gratuito y resulta interesante para los lectores empedernidos.
Catedral de Santa María
Considerada la más bonita de España, la Catedral de Santa María es otra de las visitas obligadas. De estilo gótico, destaca por tener un exterior con tres fachadas diferentes: la principal con una torre de noventa y dos metros de altura, la Puerta del Reloj y la Puerta de los Leones. Todas ellas se han diseñado con la precisión de los amantes de la arquitectura y tienen un significado concreto dentro del conjunto pero si ya de por sí nos parece sublime por fuera es fundamental que la veamos por dentro.
La Capilla Mayor, la Sala Capitular o la Capilla Mozárabe son tres puntos imprescindibles que veremos dentro de la Catedral de Toledo. Por supuesto también contamos con una colección de obras que nos hacen recordar a los mejores artistas de la época. El Expolio del Greco, dentro de todos los que hay, no solo es uno de los que más gusta sino que representa una generación completa de personajes que hicieron de la pintura una forma de vida única y a tener en cuenta. ¡Te dejará sin palabras!
Sinagoga de Santa María La Blanca
La Sinagoga de Santa María La Blanca es otro de esos lugares que tenemos que ver. Situada en el barrio judío, nos encontramos ante un edificio religioso de estilo mudéjar construido en 1180 y que se utilizó como tal durante más de doscientos años. Hoy, reconvertida en iglesia como culto a la Virgen, sigue siendo una de las construcciones más demandadas en la ciudad. Por el módico precio de 3€ entraremos en uno de los sitios más bonitos que vayamos a ver en toda la Península Ibérica.
En este mismo barrio está la Sinagoga del Tránsito donde además veremos el Museo Sefardí, una colección imprescindible para aquellos que estén interesados por esta cultura. Toledo, crisol de nacionalidades en la antigüedad, cuenta con un patrimonio bastante rico y que debemos aprovechar al máximo durante nuestra estancia en la ciudad. El libro «Lo último que verán tus ojos» de Isabel San Sebastián habla de la historia de de esta provincia, El Greco y todo lo que rodea a la misma. ¡Puede ser una lectura interesante antes de hacer nuestra visita!
Monasterio de San Juan de los Reyes
En tu paseo por Toledo vas a encontrar cantidad de iglesias, conventos, parroquias o palacios pero de todos, es importante que vengas al monasterio de San Juan de los Reyes; un edificio franciscano que sorprende por el claustro de dos pisos que tiene en su interior. Cargado de esculturas y símbolos con decoración eclesiástica, también veremos una iglesia que está dedicada a los monarcas católicos así como un precioso retablo con sus insignias y sellos de la época.
Levantado con el objetivo de que fuese el lugar de sepultura de los Reyes Católicos, un equipo de arquitectos e ingenieros de la construcción llevó a cabo todo el proceso convirtiéndolo tiempo después en lo que ahora vemos. Gracias a que estamos ante una de las visitas más importantes de la ciudad, también se pueden reservar pequeños tours en los que nos explican cada uno de sus puntos. Una vez que acabemos con el recorrido recomendamos volver por Calle Ángel, una de las más bonitas para pasear.
Iglesia de Santo Tomé
La iglesia de Santo Tomé es otra de las paradas obligatorias. Situada en el centro histórico de la ciudad, a pocos minutos a pie del monasterio de los Reyes Católicos, nos encontramos con un edificio que guarda una preciada joya en su interior: El entierro del conde de Orgaz. Este cuadro, de un valor incalculable, es un óleo sobre lienzo de 4,80 x 3,60 mts, pintado en estilo manierista por el propio Greco entre los años 1586 y 1588. Solo por admirar su grandeza de cerca ya merece la pena que vengamos hasta aquí.
Fundada después de la reconquista de esta ciudad por el rey Alfonso VI de León, el conjunto nace sobre un solar abandonado donde se ubicaba una mezquita del siglo XI. El edificio, diseñado a la perfección y por planos, terminó con tres naves con crucero, cubiertas por bóvedas de cañón y un ábside poligonal bastante visible. Impresionante también por fuera, hay quien se queda aquí haciendo fotografías sin saber qué es lo que le espera al cruzar la puerta por eso nuestra recomendación es que vayas más allá del envoltorio.
Puente de Alcántara
Damos un salto en nuestro paseo por el centro de Toledo para hablar del Puente de Alcántara. De estilo romano, cuenta con más de doscientos metros de largo y es una de las maravillas más completas que veremos en la ciudad. Construido sobre el río Tajo entre los años 103 y 104, está sostenido por cinco pilares que alcanzan un máximo de cincuenta y ocho metros de altura con un arco central dedicado al emperador Trajano y a esos pueblos de la zona que ayudaron en su levantamiento.
Aunque también tenemos el puente de San Martín, es desde el de Alcántara por donde se entra a la ciudad. Si venimos en transporte urbano o en coche, se recomienda aparcar por la zona y cruzarlo completo puesto que será una de las mejores experiencias que vivas por Toledo. El anterior, de estilo mudéjar, se terminó en el siglo XIII y muchos aseguran que es el más majestuoso de la provincia. Siempre que tengas tiempo la idea es que puedas hacerte ambos pero recuerda que cada uno se encuentra en un extremo del otro.
Iglesia de los Jesuitas
La iglesia de los Jesuitas o de San Idelfonso es otro de los monumentos que verás en la ciudad. De estilo barroco, su construcción duró en torno a un siglo siendo hoy uno de los conjuntos eclesiásticos de Castilla La Mancha. A pesar de que no cuenta con ninguna obra esencial en su interior, el altar mayor o las capillas que vemos al fondo son dos de los elementos por los que merece la pena pagar su entrada. Una vez más, por solo 3€ por persona, estarás disfrutando de un edificio con Historia.
La nave principal de color blanco con dos grandes retablos capta toda nuestra atención. La iglesia, que además se encuentra en una plaza agradable y cercana a todo en la ciudad, también sirve como nuestra parada para comer o tomar un pequeño aperitivo. La Calle Mejico como centro y todas las de su alrededor cuentan con bares y/o restaurantes de amplias terrazas en los que podremos disfrutar de la gastronomía toledana y por supuesto de todas esas vistas que ofrece este rincón.
Mezquita del Cristo de la Luz
Seguimos con el Toledo patrimonial y nos vamos hasta la Mezquita del Cristo de la Luz. La ermita, construida en el año 999, es el edificio de la época musulmana que mejor se conserva en la ciudad. Aunque la conquista cristiana devastó buena parte de la provincia en el siglo XII, lo cierto es que se respetaron casi todos los conjuntos islamistas dando ventaja a los que sentían esta creencia. Lugar de culto incluso en nuestros días, si quieres conocer el valor de lo que significan las tres culturas esta es una buena demostración.
En nuestro paseo por la ciudad podemos sumar hasta diez mezquitas pero no hay ninguna como la que vemos en la fotografía de ejemplo. Al margen de que sea la mejor conservada de todas las hay, también es importante saber que su historia es la que ha defendido el edificio por encima de las demás, haciendo que todos los turistas que pasan por la provincia no duden en venir a visitarla. Al igual que el monasterio de los Reyes Católicos o el Alcázar existe la posibilidad de reservar tours que nos explican el por qué de su importancia.
Como vemos Toledo tiene mucho para ofrecernos. Con un patrimonio cultural de élite nos encontramos ante una de las ciudades más ricas en lo que a historia se refiere. A pocos kilómetros de Madrid, tal y como explica el proyecto que el ayuntamiento lanzó el mes pasado, tenemos la oportunidad de conocer una de esas provincias que para muchos pasa desapercibida. Destino ideal para una escapada de fin de semana, sin duda es un plan a valorar en los próximos meses. ¿Te atreves?