Montgarri es un pueblo que quedó abandonado hace más de cincuenta años pero que hoy está de completa actualidad. Situado en el Valle de Arán, en la provincia de Lérida, actualmente es objeto de la curiosidad de muchos viajeros. Con una densidad de población mínima (hasta 2009 solo tenía cuatro habitantes censados) este rincón de los Pirineos tiene kilómetros de ladera en los que perderse. Ideal para pasar un fin de semana con la familia o los amigos, si lo que buscas es tranquilidad este es el sitio perfecto.
Su proximidad con la estación de Baqueira Beret le ha dado la popularidad que necesitaba. A tan solo treinta minutos en coche nos encontramos con un lugar perdido en las montañas donde la naturaleza es la completa protagonista. Las laderas de abetos con caballos o vacas pastando, un pequeño rio en el que mojar los pies o visitar el santuario son algunos de sus fervientes atractivos. Con rutas programadas o guías personalizadas que nos ayudan a ver el sitio sin perder detalle, todo te será mucho más fácil.
¿Qué podemos ver en Montgarri?
Al llegar a Montgarri no parece que haya mucho que hacer. El sitio, aislado de todo, apenas cuenta con vida humana aunque ahora, con el aluvión de turistas que se han tomado interés por él, sí que nos encontramos con algunas personas. A pesar de que sus condiciones naturales son bastante duras, el lugar invita a hacer senderismo o pasear por sus alrededores. Considerado el rincón más frío de España -la temperatura media anual es de 5º- la mayoría de sus habitantes se marcharon hace años, ¿crees que hay mejor parte del mundo para disfrutar de la soledad?
Santuario de Nuestra Señora Montgarri
Este edificio del siglo XVI es el monumento de la zona por excelencia. Construido en 1117 junto al río Noguera Pallaresa, está a una altura de 1.640 metros formando un perfecto paisaje con el Tuc deth Dossau, ya casi metidos en territorio francés. El santuario de Montgarri, hecho en honor a la Virgen María, cuenta con varios cuerpos que estructuran la planta cuadrada y un campanario de torre octogonal. Junto a la iglesia románica también vemos un antiguo hospital, la rectoría, la casa particular del administrador y el refugio.
Plan de Beret
El Plan de Beret es una gran explanada situada a más de 1.800 metros de altitud. Antiguo escenario de aquelarres de brujas y hechiceros, estamos en un sitio en medio de la nada con grandes contrastes entre los meses de verano e invierno. Con el sol nos encontramos con prados de pasto donde pace el ganado con toda la tranquilidad del mundo y en la temporada de frío el lugar perfecto para los deportes de nieve. Rodeado de representaciones de arte prehistórico, también ofrece la posibilidad de meternos en sus orígenes.
Masía de Cal Cabau
Aunque el ayuntamiento de Naut Arán, al que pertenece Montgarri, no permite ningún tipo de intervención urbanística en el pueblo, la masía de Can Cabau sí que se sometió a algunas remodelaciones. En 2007 el uruguayo Ernesto Colman, fundador de la empresa Vitaldent, adquirió el pueblo por una suma de 5,5 millones de euros y, sin consentimiento previo, procedió a realizar una serie de obras sobre el edificio. La construcción, emblemática donde las haya, tiene más de cien años y entonces estaba derruida por completo.
Refugio de Montgarri
El interés turístico que ha despertado el pueblo originó sitios como el refugio de Montgarri. Aquí, además de alojarte si pretendes hacer noche en este apartado del valle, también puedes disfrutar de la cocina aranesa. El lugar, como único sitio de descanso que hay en la zona, también cuenta con varias excursiones, rutas o paseos que podemos hacer de forma programada. El alquiler de bicicletas o el trineo tirado por perros son actividades que gustan mucho a los viajeros. ¿Te animas a venir?
Lago de Baciver
Desde el Plan de Beret también podemos disfrutar del lago Baciver. De origen glaciar, si venimos en la temporada de invierno seguro que lo encontramos escarchado y listo para caminar sobre él. Haciendo una ruta semicircular de 5 km de longitud paseamos por un pequeño valle entre prados desde lo alto de la montaña con bosques subalpinos. El paisaje, que no tiene nada que ver con lo que hayas visto antes, invita a pensar que estamos en medio de la nada, un lugar donde solo se respira pureza.
Como vemos Montgarri es un pueblo de lo más pintoresco. Alejado por completo de la civilización y dejando ver que no quiere abandonar ninguna de sus rutinas, se ha convertido en el destino turístico más deseado por los aventureros. Conectado con la naturaleza de una forma única y ofreciendo esos paisajes de película, son muchas las personas que, después de haberlo descubierto, se escapan hasta sus inmediaciones para vivir una vez más esa experiencia que les dejó sin palabras. ¿Te ha pasado a ti?