El turismo en Islandia está más de moda que nunca. Reikiavik, que hace solo unas décadas era como un pequeño pueblo en el que todo el mundo se conocía, pasó a ser el centro económico del país, capital del mismo y la ciudad más poblada de este lugar pegado al círculo polar ártico. Hoy, diferente a lo que se vio entonces, despierta mucho interés en viajeros que quieren vivir experiencias distintas. Dueña de escenarios que non vas a ver en ninguna otra parte del mundo, si quieres unas vacaciones de verano diferentes, esta puede ser tu oportunidad.
Protagonista de una oleada de reservas este verano, parece que tras la crisis del covid-19 vamos viendo un poco más la luz y abriéndonos a países que siempre nos interesaron. Cubierto de magia y con la frontera abierta para los extranjeros, cualquiera que quiera hacer expediciones más allá de tirarse en las playas de arena blanca o pasar por ciudades imperiales cargadas de cultura, tiene aquí un destino en el que otra aventura es posible. Si era esto lo que querías para tus días de sol, ¿a qué esperas para ver las posibilidades?
¿Cuáles son las actividades del turismo en Islandia?
Como en cualquier otro país del mundo, el turismo en Islandia se presta a hacer aquello que nos venga en gana pero, teniendo en cuenta que estamos en un sitio que no se parece en nada a lo que ya hayamos visto antes, lo mejor es dejarnos llevar por las recomendaciones y hacer todo aquello que se pueda ahora que existe la oportunidad. Con paisajes únicos a partir de formaciones geológicas que solo están aquí, sin duda puede ser una manera de conectar con otro tipo de naturaleza:
Caminar por las playas negras de Vik
Puede que estando en Tenerife hayas visto playas de arena volcánica pero nada parecido con lo que tienes en este país. Sus arenas negro intenso no han encontrado otra parte del mundo que les haga sombra y hoy, gracias a lo diferentes que son, se han convertido en un reclamo turístico para todas las personas que vienen hasta aquí. Lejos de ser superficies en las que estar tirados al sol, lo que necesitamos son gorros y gabardinas incluso en los meses de verano.
Ver las auroras boreales
Buena parte del turismo en Islandia es por culpa de las auroras boreales. Cada año se reúnen aquí miles de personas que quieren presenciar uno de los fenómenos más espectaculares del mundo y es que no hay nada como una noche (actualmente hay hasta doscientas) en la que todo se ha puesto completamente verde. La creación del Parque de Vatnajökull, diseñado especialmente para estos fines, ha conseguido que el país sea el mejor sitio de Europa para disfrutar de esta maravilla.
Meterse en el volcán de Thrihnukagigur
Los más aventureros no pueden dejar pasar el volcán de Thrihnukagigur. Meterse en su interior es lo más cerca que estaremos de aquel viaje al centro de la Tierra que narró Julio Verne en su novela y es por ello que podemos vivir una experiencia única. Esta actividad, a pesar de que a muchos da algo de respeto, es bastante habitual en el país y, gracias a lo próxima que está de la capital, se puede llegar perfectamente en coche o mediante transporte público. ¡No te quedes sin bajar por su cráter hasta ciento veinte metros!
Fotografiar las casitas de Reikiavik
Con apenas doscientos mil habitantes, Reikiavik no solo es la capital política del país sino un sitio de visita obligada. Con algunos monumentos que ver, sorprende cómo las casitas de colores en las que vive su población sigue siendo lo que más gusta. Individuales y sin ningún tipo de orden, el combinado que hacen con las montañas de fondo es una fotografía de la ciudad que no te puedes perder. Por supuesto, ya que estás aquí, no dejes de probar el salmón, pescado típico de la localidad y que tiene un sabor espectacular.
Terapias termales en el Blue Lagoon
El turismo en Islandia también puede ser curativo y es que las aguas del Blue Lagoon se han hecho famosas gracias a las recomendaciones de todos los que se han metido en ellas. Casi como si de una infraestructura hospitalaria se tratase, nos encontramos con un paraíso para el cuerpo y la mente que hacen de nuestros dolores algo completamente pasajero. Según se comenta hasta aquí han llegado desde padecimientos de la piel hasta algunos accidentes de tráfico complicados pero, al margen de lo que supone para la salud, ¿has visto qué imagen tan bonita?
Pasear por una cueva de hielo
En el Parque Nacional de Vatnajökull no solo hay espacio para las auroras boreales, también contamos con varias cuevas de hielo en las que podemos dar un paseo adentrándonos en lo más profundo de la Tierra. Disponibles durante todo el año, no importa el momento en el que vengas porque siempre cuentas con una oportunidad para entrar aquí. Acompañados de un guía local la expedición se hace mucho más en profundidad y con garantías de que hay alguien que sabe del tema con nosotros. ¿Te lo vas a perder?
En definitiva, el turismo en Islandia es una realidad que no podemos ignorar. Cada vez son más las personas que dejan sus vacaciones en Ibiza para otra ocasión y se vienen a disfrutar de un país en continuo crecimiento pero que a su vez no se parece en nada de lo que hayamos visto en nuestra vida tiempo antes. Con experiencias mágicas que luego podrás contar a tus amigos y/o compañeros de trabajo seguro que piensas que con el tiempo te das cuenta de lo mucho que ha merecido la pena.