El barrio de Salamanca es una de las zonas más relevantes de Madrid. Construido durante el reinado de Isabel II, siempre se ha caracterizado por ser un espacio al que venía la élite de la capital. Hoy, reconstruido hasta hacerlo completamente residencial, destaca por la estructura que se le ha dado a sus calles y la cantidad de intereses turísticos que hay en los alrededores. Rodeado de bosques en la antigüedad, no fue hasta que Felipe II estableció su corte en la comunidad, que empezó a coger otra forma.
Habitado por los máximos representantes del país en tiempos anteriores, su núcleo ha mantenido ese carácter señorial y distinguido que siempre ha hecho por caracterizarlo. A pesar de que ha pasado mucho tiempo desde que el Conde Duque de Olivares fundase aquí el Palacio del Buen Retiro, lo cierto es que cuando pensamos en esas fechas no se nos va muy lejos de lo que tenemos actualmente. Zona de lujo de la ciudad, también es importante reseñar aquellos aspectos que la hacen diferente.
¿Qué podemos ver en el barrio de Salamanca?
El orden de sus calles nos hace sentir que el barrio de Salamanca es diferente, un sitio en el que tenemos que quedarnos. Si bien se hace útil para dar un pequeño paseo por sus rincones, el Parque del Buen Retiro o el restaurado Museo Arqueológico Nacional son algunos de los grandes atractivos turísticos que tiene la zona pero, ¿qué más podemos hacer aquí? A continuación, para los que no saben cómo moverse, os dejamos una serio de sitios que no te puedes perder:
Puerta de Alcalá
Monumento por excelencia, la Puerta de Alcalá es uno de los grandes símbolos de Madrid. Original de 1599 -aunque la que tenemos en nuestros días es una reforma de 1764- fue la entrada a la ciudad durante años y la obra más respetada del momento. Respondiendo a la perfecta representación de la arquitectura del barrio, cualquiera que disfrute de pasear mientras se encuentra con construcciones que tuvieron su sentido en la antigüedad debe estar por aquí al menos una tarde.
Parque del Buen Retiro
El Parque del Buen Retiro es la zona verde de la ciudad. Si bien hay otros muchos en la Comunidad de Madrid, ninguno que guarde tanta historia como sus múltiples hectáreas. Abierto al público desde 1869, es perfecto para pasar una tarde de domingo, disfrutar de sus merenderos o ver las obras al aire libre que a menudo se proyectan. Con mucho que contar, cada rincón de este lugar puede ser toda una aventura para nuestros sentidos. ¿Te vas a quedar sin descubrirla por ti mismo?
Museo Arqueológico Nacional
Tras años de restauración, el Museo Arqueológico Nacional volvió a abrir sus puertas para el deleite de todos los aficionados. Con piezas de valor único, si lo que quieres es darte un paseo por la Historia de diferentes civilizaciones a lo largo del mundo aquí seguro que encuentras motivos para quedarte durante horas admirando cada obra. Solo con ver la famosa Dama de Elche de cerca, que es la escultura que tenemos en la fotografía de arriba, ya se puede decir que nuestra entrada ha merecido la pena.
Biblioteca Nacional de España
Justo al lado del MAN tenemos la Biblioteca Nacional de España. Imponente desde fuera, merece la pena que la visitemos por dentro y podamos ver todas esas colecciones que hicieron Historia. Con exposiciones de lo más interesantes cada cierto tiempo, te gustará saber que aquí se encuentran las obras escritas más valiosas del país: Cantar del Mio Cid, la edición Princeps del Quijote o los dos códices de Leonardo Da Vinci son algunos ejemplos reseñables y a tener en cuenta.
Palacio de Linares
El barrio de Salamanca, cargado de casas señoriales, tiene en el Palacio de Linares uno de sus sitios de máximo interés. Original de 1877, fue durante años la residencia de los Marqueses y uno de los edificios con mayor glamour de esa época en la que todo era esplendor y buenas formas. Con visitas guiadas a su interior, conviene saber que fue completamente restaurado -aunque sigue contando con aquellos cuatro pisos que lo caracterizaron desde un primer momento- y que tras de sí hay cantidad de leyendas negras.
Jardines del Descubrimiento
Ubicados en la Plaza de Colón, los Jardines del Descubrimiento son otro enclave histórico que no debemos pasar por alto. Dedicados a la conquista de América, cualquiera que quiera conocer este apartado de los hechos tiene aquí estatuas como el Cristóbal Colón de Arturo Mélida y Jerónimo Suñol así como el monumento que vemos en la fotografía de arriba. Construido en 1977 por Joaquín Vaqueros Turcios, se trata de una enorme bandera de España que ondea al viento.
Como vemos, en el barrio de Salamanca hay cantidad de cosas que acaparan nuestra atención. Solo con dar una vuelta por sus alrededores y admirar algunos de los monumentos que encierra tenemos más que suficiente para pasar el día entero. Los museos, que nos enseñan buena parte del legado histórico que tiene la ciudad, no solo funcionan como el reclamo turístico perfecto sino que igualmente gustan a las personas residentes de un Madrid que lucha por mostrar sus raíces.