Playas paradisíacas en Mallorca hay muchas pero quizás ninguna como Es Coll Baix. En un entorno completamente virgen y protegido por acantilados, nos encontramos con un lugar escondido del que no querrás salir. Perfecta para pasar desapercibido cuando lo único que queremos es alejarnos de ese turismo bullicioso, su enclave natural ha llamado la atención de grupos senderistas que vienen aquí a pasar el fin de semana. Con muchos encantos al margen del agua para descubrir, seguro que quedas muy sorprendido.
De acceso algo complejo, al venir hasta este rincón de la isla tenemos que saber muy bien por dónde tirar. Las rutas, que poco a poco se han señalizado mejor, se establecen a pie, en coche o desde esos tours que se ven en barco. La excursión andando, ideal para contemplar el terreno de cerca, se cita con un guía para aquellos que tienen miedo a perderse o bien igual podemos lanzarnos a la aventura. El entorno, virgen de principio a fin, invita a los que disfrutan del aire libre y sitios descongestionados.
¿Qué podemos ver en la playa Es Coll Baix?
Siempre que pensamos en una playa nos vienen a la cabeza esas aguas nítidas o arenas blancas sobre las que tumbarnos. Si bien esto lo vamos a tener en Es Coll Baix, el acantilado es todavía mucho más porque no tenemos servicios alrededor ni nada de ocio con lo que distraernos. Como en la nada y dispuestos para cualquier cosa, son muchos los turistas que vienen con ganas de hacer algo distinto, iniciar pequeñas rutas o hacer senderismo por las rocas. A continuación, te dejamos con algunas cosas que no te puedes perder:
Disfrutando el entorno natural
La perfecta situación en la que se encuentra esta playa hace que todos disfrutemos de un entorno natural único. Sin servicio alguno, sentirás que estás como en otro lugar aparte de la isla pero un sitio que apuesta por lo que nos da la Tierra sin quererla mancillar. Sus aguas, chocando contra diferentes acantilados cuando el tiempo no está de nuestra parte, viste la atmósfera de un color especial consiguiendo la calidad del contraste. Ideal para hacer fotografías con estilo, es un rincón del mundo que no te puedes perder.
El tacto de los guijarros
Antes de venir hasta Es Coll Baix debes saber que en la playa no hay arena blanca sino pequeñas piedras con forma de guijarros. Sin que sea la versión más cómoda para quien gusta de tumbarse durante horas, sí que le da una ambientación mucho más salvaje. Hechas sobre una mezcla de piedrecitas y gravilla, nos encontramos con un escenario diferente pero que nos permite disfrutar igualmente del paisaje. Recomendamos eso sí, llevar sombrilla puesto que aquí no hay sitios con sombra y podrías quemarte al sol.
Practicar buceo
Los amantes del buceo tienen en esta playa una parada indispensable. Aunque no estamos hablando de un lugar que destaque por su variedad marina, sí que sabemos que el fondo está muy limpio y resulta bastante divertido. Siempre hacia el lado derecho de la playa, con tu equipo disponible puedes estar aquí durante horas sintiendo cómo la fuerza del agua te empuja hacia arriba. De bastante profundidad, si eres un mero aficionado recomendamos que no te metas muy hacia adentro porque podrías tener complicaciones.
Paseo en barco
Una manera muy bonita de llegar hasta Es Coll Baix es el acceso en barco. Si eres de los que cuenta con presupuesto, puedes alquilar un vehículo dual en el que vayas con tu pareja o un ilaut para tu grupo de amigos y así disfrutar del paisaje de una manera muy distinta. Por 20€ tienes una excursión de dos horas desde el puerto de Alcudia y por 45€ algunas con baño además de visita guiada a Formentor. Ideal para admirar la belleza del terreno desde otra perspectiva, son muchas las personas que lo están solicitando.
Ermita de la Victoria
Ya que estamos en esta parte de Mallorca podemos aprovechar para hacer algunas excursiones por los alrededores. La ermita de la Victoria, dentro de todas las que podríamos recomendar, es una de las grandes favoritas puesto que resulta sencilla, está perfectamente señalizada y además nos permite ir en varias direcciones. Disfrutando del entorno natural, además de pasar parte del día en la playa y bañarnos en el mar, podemos agregar un contenido cultural o de obra religiosa.
La atalaya de Alcudia
Una ruta de senderismo que no es tan conocida como la anterior es la de la atalaya de Alcudia. Desde la ermita subimos por un camino montañoso que nos revela la antigua historia del pueblo. Este terreno, antiguamente utilizado para obtener leña y palmito, sigue casi en el mismo estado que cuando se explotaba para mantener la economía precaria de aquella época. La excursión, que dura casi cuatro horas, es algo complicada con niños menores de seis años así que los padres en esta situación, mejor que se mantengan al margen.
Como vemos, la playa de Es Coll Baix es el escondite perfecto de cualquier aventurero. Lejos de esos lugares masificados tan característicos de la isla de Mallorca durante el verano, aquí tenemos un espacio que apuesta por el entorno natural y todo lo que éste puede ofrecernos. Dicho esto, si eres de los que gusta de este tipo de hábitat sin duda debes pasar en tus días libres o esas vacaciones de verano que tanto deseas en el año que ahora mismo estamos cursando. ¿Vienes?