Peratallada es un bonito pueblo de la Costa Brava que conserva buena parte de su legado medieval. Situado en el municipio de Forallac, en el Bajo Ampurdán de Girona, nos encontramos con un lugar para muchos desconocido pero de una calidad arquitectónica impresionante. Sus calles de piedra en las que puedes perderte como si de un laberinto se tratase, un castillo de cuento o plazas que te harán preguntarte dónde estás, son algunas de las razones por las que venir hasta aquí.
Declarado Conjunto Histórico Artístico hace varios años, el pueblo se vende como el mejor viaje a la Edad Media que podemos hacer desde Cataluña pero también en buena parte de España. Solo callejeando por sus alrededores nos damos cuenta de que estamos ante un sitio de primer nivel en lo que a estado de conservación se refiere. Con fiestas patronales que nos hablan de su pasado (el primer fin de semana de octubre tenemos el mercado medieval en el centro del pueblo) si eres un amante de la tradición no puedes perder esta oportunidad.
¿Qué podemos hacer en Peratallada?
Situado en el corazón de la provincia de Girona, Peratallada es el destino perfecto para los aficionados a la Historia. El pueblo, a pesar de lo pequeño que es, tiene muchas cosas que ver. Con la cultura medieval como su carta de presentación, cualquier aficionado a la Edad Media se quedará sin habla al llegar hasta lo que conocemos como la Toscana española. Ideal para visitar en cualquier época del año, son muchos los turistas que aprovechan su estancia en la Costa Brava para pasar por aquí. A continuación, nuestras recomendaciones:
Iglesia de Sant Esteve
La ruta medieval del pueblo comienza en la iglesia de Sant Eteve. El edificio, construido a finales del siglo XII, se caracteriza por su estilo románico, una fachada con rosetón y un campanario de tipo espadaña con cuatro arcos apuntados. En su interior, donde descansan los restos de Gilabert de Cruilles, hay una decoración sobria pero a la que no le falta ningún detalle. Abierta al público desde hace años, si eres de los que disfruta de la arquitectura rural esta es una parada imprescindible.
Portal de la Virgen
Terminada la visita a la iglesia lo siguiente que tenemos que ver es el Portal de la Virgen. Esta puerta, formada por tres torres y una muralla, es la mejor conservada del conjunto fortificado. Antiguamente había también un puente levadizo pero, a pesar de los intentos, no hubo forma de conservarlo como realmente merecen sus partes. El monumento, que en su día sirvió para evitar los ataques de las tropas enemigas, también cuenta con un foso hondo que hasta la fecha está en perfecto estado.
Calle de la Roca
Nombramos la calle de la Roca porque es lo siguiente que se ve tras el Portal de la Virgen. Casi como un eje conductor que nos lleva al resto de rincones que hay en el pueblo, desde aquí podrás acceder al resto del itinerario. Comunicada directamente con la Plaza dels Esquiladors, en el recorrido tendrás la oportunidad de ver algunos de los rincones más fotogénicos de Peratallada. En este punto además, serás consciente de por qué el pueblo recibe este nombre ya que las paredes son todas hechas con piedra tallada.
Torre del Homenaje
La Torre del Homenaje es uno de los monumentos más importantes del pueblo. Al llegar a la Plaza dels Esquiladors (nombre que recibe porque era donde se reunían los esquiladores de ovejas tiempo atrás) pasando por la calle Jaume II, nos encontramos con alto bloque de piedra que sirve de pared para el castillo de Peratallada. Construida entre los siglos XI y XII, junto al muro que la rodea, forma uno de los conjuntos más bonitos del municipio y el sitio en el que debemos hacernos una fotografía.
Plaza de les Voltes
La Plaza de les Voltes es el antiguo centro social del pueblo. Conservada casi a la perfección, es un sitio idóneo para tomarnos una fotografía y sentarse en alguna de las terrazas que hay para beber un refresco. De forma rectangular, estaba porticada en sus lados norte y este durante la Edad Media pero ahora solo vemos los arcos y las bóvedas. En cualquier caso, está considerado uno de los rincones más bonitos del municipio y el punto en el que vemos la importancia que da el ayuntamiento al legado medieval.
Castillo de Peratallada
El castillo de Peratallada es la parada más importante del pueblo. Aunque todas las plazas y calles que lo forman nos hablan del ambiente medieval que siempre se ha respirado aquí, este fuerte es el ejemplo más grande que tenemos. Construido en el año 1065, está en perfecto estado de conservación y su acceso -ahora privado- está completamente restringido. De fachada gótica, en su interior vemos el Patio de Armas, el Aula Mayor o la famosa nave del Hablador donde el pueblo solía discutir.
El arroz a la cazuela
Tantos monumentos y calles bonitas por el pueblo nos provocará un hambre voraz. Antes de marcharnos tenemos que probar el arroz a la cazuela del que tanto se habla en Peratallada. Hecho con carne, pescado o mezclado, no hay nada mejor que este plato para almorzar cuando nos hemos pasado la mañana dando vueltas por la comarca. Servido en cualquier restaurante de la zona, también podemos probar las patatas de Olot o los fesols de Santa Pau con butifarra. ¿Con cuál te quedas tú?
Como vemos Peratallada es un pueblo muy completo. Con el detalle de que podemos verlo en poco más de una tarde, se convierte en la escapada ideal para esas vacaciones de playa en las que ya estamos cansados de tanto mar. Con un legado medieval que no encontraremos en ninguna otra parte de Cataluña, si eres aficionado a la Historia o simplemente te gusta la arquitectura de época aquí disfrutarás de cada uno de sus rincones. ¡No pierdas la oportunidad de ver uno de los sitios mejor conservados del medievo catalán!