Las ciudades de Europa en las que hace unos meses no podíamos ni entrar se han quedado sin turistas. Londres, Roma, París o Barcelona siempre están la lista de las más visitadas pero ahora, con la crisis del covid-19, todo ha cambiado bastante. Los diferentes gobiernos del país, trabajando por las comunidades, impedirán que podamos coger aviones o movernos fuera de nuestra propia frontera. Esta medida, que además se está llevando bastante en firme, es una de las últimas conocidas de cara a la nueva temporada.
Aunque los intentos han sido muchos, parece que las restricciones seguirán al menos hasta que termine este fatídico 2020. Con varios informes sobre la mesa, las autoridades lo único que esperan es que poco a poco hay un menor número de infectados y podamos en algún momento volver a esa vida que teníamos hace solo unos días. En cualquier caso, la normativa va cambiando en función de cómo se encuentra la sociedad o la manera en la que está llevando algo que a todos se nos escapa de las manos.
¿Cuáles eran las ciudades de Europa más visitadas antes del covid-19?
Siempre que se ha preguntado a los viajeros por las ciudades de Europa que más les gustan hay nombres que se repiten. Una vez más, Londres, París, Barcelona, Milán o Ámsterdam reinan las reservas de hotel y la compra de vuelos. Ahora, el ambiente desolador que ha dejado la situación por covid-19 es lo que tenemos presente en imágenes que antes hablaban de conciertos, monumentos o fiestas nacionales. A continuación, para que sigan vivas, os dejamos con las más demandadas:
Estambul (Turquía)
Estambul es una ciudad que tiene de todo. Arte, cultura, buena gastronomía y ese ambiente exótico que se respira en sus calles son razones suficientes para que cualquiera coja un avión hasta aquí. Perfecta para una escapada de puente o vacaciones cortas (durante Semana Santa o Navidad el turismo aquí aumenta por tres) siempre ha sido un destino que, dentro del mismo continente, nos ofrece cosas muy diferentes y resultan agradables aunque sea para disfrutar una vez en la vida.
Santa Sofía, el Palacio Topkapi, el Gran Bazar o la Mezquita de Suleiman son algunos de los monumentos que no nos podemos perder en nuestro paso por Estambul. Por supuesto, para aquellos que gustan de caminar por el casco antiguo de las provincias, la Ciudad Vieja es un regalo absoluto para nuestros sentidos y es que aquí, además de admirar la vida de los lugareños, también seremos testigo de los alminares y las cúpulas bizantinas que decoran todo su alrededor.
Londres (Inglaterra)
¿Quién no ha soñado con visitar Londres? De todas las ciudades de Europa la capital de Reino Unido es una de las que más gusta. Su amplia oferta cultural, el turismo de compras o noches que en muchos locales nunca terminan son las bases para que cojamos un avión y en poco más de dos horas nos presentemos en alguno de sus aeropuertos. Cargado de museos y cosas para hacer, es un sitio perfecto para visitar en cualquier temporada del año incluso cuando hay grandes bullicios.
La Abadía de Westminster, el Palacio de Buckingham o el Museo Británico son algunas de las paradas de rigor en esta ciudad. Siempre con algo pendiente, seguro que cuando vengas te dejas muchas cosas que te gustaría haber visto. Sus barrios, que siguen siendo el centro de atención de los millones de turistas que pasan por aquí al año, nos ofrecen locales de conciertos, restaurantes en los que comer y cientos de tiendas para comprar eso que no venden en nuestro lugar de residencia.
Roma (Italia)
Dicen que Roma es como esa ex novia a la que siempre quieres volver a ver. Capital del mundo en tiempos de Trajano, se puede considerar la primera superpotencia de Europa occidental y una de las ciudades más importantes desde los orígenes de la humanidad. Perfecta para ir en pareja, familia o con tu grupo de amigos, siempre que quieras pasear alrededor de la cultura, los monumentos o miles de obras de arte te invitamos a que cojas un avión y te plantes en este lugar.
El Coliseo de Roma, la Basílica de San Pedro, la Capilla Sixtina o la famosa Fontana de Trevi que hemos puesto de ejemplo en la fotografía, solo son algunas de las muchas paradas que hay que hacer en la capital de Italia. Por supuesto sus calles, el ambiente cercano de los ciudadanos y la idea de encontrarnos como en una película antigua, también forman parte de ese conjunto que la hace tan especial y con el que siempre nos vamos a sentir plenamente identificados.
París (Francia)
Casi siete mil millones de turistas al año escogen París como esa ciudad que tienen que visitar. El encanto que la envuelve es la base principal por la que sus visitantes se sienten abrumados aquí. Al igual que en Roma, cuando paseamos por sus calles parece que estamos como parados en el tiempo pero aquí huele más a película clásica que a civilizaciones antiguas. Perfecta para venir en pareja (no olvidemos que es «el sitio del amor») es habitual ver a los enamorados cogerse de la mano o hacerse fotografías en el centro.
La Torre Eiffel, el Museo del Lovre o la Catedral de Notre Dame son algunas de las paradas obligadas en París. Esta ciudad, que además cuenta con cientos de cafés en los que podemos sentarnos y una oferta cultural interesante, es una de las grandes favoritas para esas escapadas de fin de semana, puentes o vacaciones cortas. Siempre con un aire de melancolía casi perfecto, tanto en el centro como por sus alrededores hay rincones secretos que podemos descubrir con tranquilidad y mucho entusiasmo.
Barcelona (España)
Barcelona también está en nuestra lista de ciudades de Europa que todo el mundo quiere visitar. Con nueve millones de viajeros al año gracias a una oferta cultural cada vez más grande y a que es, junto con Madrid, centro de negocios oficial de España, es bastante común encontrarnos personas de todas las nacionalidades y una afluencia turística de élite. Las compras, la animada vida de sus calles o la cantidad de monumentos que se disfrutan al aire libre son también reclamos importantes.
La Sagrada Familia, el Parque Güell, la Casa Batlló o el Museo Nacional de Arte de Cataluña son algunas de las citas a las que no vamos a poder decir que no en nuestro paso por la ciudad. Sus barrios, muy diferentes entre sí, nos ofrecen todo lo que queramos para nuestras noches de juerga, compras que queramos hacer o los paseos que vayamos a dar. El Gótico, Montjuic, Poble Nou o la Eixample tienen un extenso catálogo de sitios con los que disfrutar de la estancia.
Praga (República Checa)
Los amantes de la arquitectura tienen en Praga un sitio del que no podrán escapar. La ciudad, que es un museo en sí misma, cuenta con un importante legado en la materia que va desde el románico hasta su deslumbrante barroco pasando por los historicismos del siglo XIX. Presente también art nouveau que tanta controversia generó en su tiempo, igualmente hay edificios cubistas con los que darnos cuenta de cuál ha sido la importancia de las diferentes ramas artísticas que se han creado.
El Castillo de Praga, el Puente de Carlos, la Torre de la Pólvora o la Plaza de la Ciudad Vieja son algunas de las paradas que vamos a hacer aquí en el momento en que vengamos. Sus calles, donde se respira la más bella de las armonías, son perfectas para pasear durante la noche -si queremos ver la magia de los colores- o por el día. Por supuesto, los aficionados a la cerveza no se pueden marchar del centro sin probar la Pilsner, una bebida con historia que disfrutarás en tus descansos.
Florencia (Italia)
Volvemos a Italia para hablar de Florencia, una de las ciudades de Europa con mayor volumen de obras de arte. Reconocida en varias ocasiones por la Unesco, en ella nos encontramos con joyas como el Duomo de Brunelleschi, la Galería de los Uffizi o la capilla de Brancassi de Massacio. A esto, si le unimos el embrujo de sus calles o ese aire de melancolía que envuelve al casco histórico, nos encontramos con un sitio que, al igual que pasa en la fantástica Roma, siempre nos quedarán cosas por ver.
El Palacio Pitti, el Ponte Vecchio, el Museo Bargello o la Catedral de Florencia que hemos puesto en la fotografía son algunas de las paradas que debemos hacer cuando vengamos de visita a la ciudad. Siempre con la cultura de la mano, cualquier amante de las obras de arte tiene que venir hasta aquí para darse cuenta del legado tan impresionante que la define. Si tienes tiempo, además, te recomendamos pasar por la Toscana, una región que durante años ha estado idealizada.
Berlín (Alemania)
Berlín es una ciudad joven y alocada pero que tiene mucha historia a sus espaldas. Muy atrás ha quedado aquel espacio dividido por el muro o la política encontrada para convertirse en todo un referente de la libertad, el arte urbano y los barrios alternativos. Marcando tendencia en las últimas décadas, si te gusta la aventura pero además quieres conocer lo que un día fue Alemania, sin duda tienes que pasar por aquí. Acogedora, cosmopolita y versátil a partes iguales, te esperan millones de sorpresas.
El Museo de Pérgamo, la Catedral de Berlín, el Wall Memorial o la Puerta de Brandeburgo que hemos colocado en la fotografía de ejemplo, son solo algunos de los sitios más destacados para visitar. Por supuesto, si eres aficionado al arte de vanguardia cuentas con cientos de galerías independientes en la que artistas de todas las generaciones exponen sus obras y en la que te puedes hacer con la que esté a la venta. También te interesa saber que, de todos los destinos que hemos nombrado hasta ahora, la capital de Alemania es el más barato.
Budapest (Hungría)
Sin poderla comparar con Berlín a este nivel, Budapest es una ciudad que cada vez está teniendo más éxito entre el público joven. Su animada vida de noche hace dudar de que en el pasado fuese un lugar clasista y al que solo podíamos venir para visitar los monumentos. Gracias a este cambio, turistas que nunca hubiesen imaginado pasar por aquí hacen reservas para casi una semana. Por supuesto también nos queda ese apartado de siempre en el que la tranquilidad y el sosiego son los verdaderos protagonistas.
El Castillo de Buda, el Bastión de los Pescadores, el Puente de las Cadenas o el Parlamento de Budapest que tenemos en la fotografía de arriba son algunos de los puntos en los que nos vamos a parar. Paseando por la ciudad no solo veremos sus monumentos o las ruinas de un lugar que antaño, sufrió una gran represión, también podremos observar cómo viven los ciudadanos o cuáles son sus costumbres. Perfecta para hacerla de principio a fin, recomendamos comprar alguno de los tours donde nos expliquen todas sus bellezas.
Lisboa (Portugal)
No podemos hacer una lista de ciudades de Europa sin que salga Lisboa. Escapada de verano de cientos de españoles, la capital de Portugal ofrece todo lo que nos hace falta para apaciguar el calor, las ganas de fiesta y el intercambio cultural. Con muchas similitudes con su país vecino, el ritmo de vida donde el disfrute y las ganas de pasarlo bien de los que allí habitan es una de las razones por las que venimos. Siempre con algo para hacer, sin duda es uno de los sitios más apetecibles del continente.
El Castillo de San Jorge de Lisboa, la Torre de Belém, la Plaza del Comercio o el Elevador de Santa Justa son algunos de los puntos de interés que encontramos en el destino más famoso de Portugal. Por supuesto también es interesante que paseemos por las calles de Alfama y Barrio Alto porque de esta manera veremos cómo es la vida en la ciudad, el ambiente que tiene o la manera en que se comportan sus lugareños. Con mucho para hacer, aquí además de todo lo mencionado tenemos playas; motivo suficiente para escapar.
San Petersburgo (Rusia)
Cualquiera que quiera vivir una experiencia diferente sin salir de las ciudades de Europa tiene que venir hasta San Petersburgo, una de las ciudades más bonitas del país y que nos mete de lleno en la cultura de esta nación. Sus calles, cargadas de palacios, iglesias y monasterios en los que se rezan las oraciones, invitan a que las paseemos de arriba abajo sin saber cuándo parar. Hogar de varias obras de Rembrant, Rubens, Matisse o Picasso, es también un sitio perfecto para cualquier enamorado del arte.
El Museo Hermitage, la Plaza del Palacio o la iglesia del Salvador sobre la sangre derramada son algunos de los muchos monumentos que hay por ver en una ciudad que parece como sacada de un cuento antiguo. Como curiosidad, antes de la pandemia, el ayuntamiento de Madrid firmó un plan para hacer una réplica casi exacta de la que se considera una de las colecciones más importantes del mundo. Situado dentro del Palacio de Invierno, sigue siendo la joya de San Petersburgo.
Venecia (Italia)
Tercera vez que pasamos por Italia. El país, que tiene algunas de las ciudades más bonitas del continente, guarda en Venencia un lugar donde el arte, el romanticismo y las grandes colecciones se dan la mano. Justo como se describe en las películas, podemos hacerla tanto en barca a remo pausado como caminando por esas calles que nos muestran la otra cara del lugar. Turística como pocas -algunos años se han visto picos más altos que sus vecinas Roma y Florencia- siempre la verás llena de gente.
El Palacio Ducal, el Puente de Rialto o la Basílica de San Marcos son algunos de los puntos de interés que no nos podemos perder. Recomendamos igual dar un paseo por el barrio de Dorsoduro, uno de los menos turísticos y donde encontrarás una buena colección de iglesias (la de San Barnaba es conocida gracias a que fue escenario de la película Indiana Jones y la Última Cruzada) Aquí, además de contemplar el arte, puedes parar para comer en alguno de los restaurantes que son mucho más económicos que en el centro. ¡No dejes de venir!
Madrid (España)
Madrid es la segunda ciudad de España que metemos en la lista. Centro de negocios dentro del país, también se ha hecho bastante popular gracias al ambiente que gasta de noche y la oferta cultural que mantiene. Cualquier aficionado al mundo del espectáculo tiene en la capital hispánica todo lo que quiera para dar rienda suelta a su disfrute. Conocida igualmente por sus museos (el llamado Triángulo del Arte) si eres un apasionado de los cuadros y las esculturas hay varios sitios que no te puedes perder.
El Parque del Retiro, el Palacio Real o el Museo del Prado son solo algunas de las muchas cosas que tienes para ver en la capital. Por otro lado no debemos dejar pasar la oportunidad de ir al Mercado de San Miguel, pasear por la Plaza Mayor o fotografiar la Puerta de Alcalá, placeres únicos que tiene la ciudad y que jamás olvidarás. «Nadie se acuesta en Madrid hasta haber matado la noche» fue lo que dijo Ernest Hemingway, escritor que pasó por aquí una temporada deambulando sus calles.
Ámsterdam (Países Bajos)
Siempre se habla de los canales de Venecia pero, ¿sabías que Ámsterdam tiene muchos más que su hermana italiana? Tan turística como ella, es ideal para los días de puente, un fin de semana o vacaciones cortas. Con hasta ocho millones de visitas al año nos encontramos ante una de las ciudades de Europa que mayor volumen de pasajeros recibe en un avión. De espíritu joven y cargada de diversión, son muchas las cosas que podemos hacer en un espacio que, a menudo, se nos queda pequeño.
El Museo Casa de Anna Frank, el Vondelpark, la Plaza Dam o perderte en su fantástica colección artística (Van Gogh, Rijksmuseum, Stedelijk, Casa Rembrandt) son paradas obligadas. Por supuesto también hay que dar una vuelta por el famoso Barrio Rojo o ir de compras por el Joordan, al salir del hogar de la niña alemana y donde tenemos la iglesia de Westerkerk, de estilo renacentista y con una alta torre desde donde podremos disfrutar de unas amplias vistas de toda la ciudad.
Cracovia (Polonia)
Lo económico que resulta venir a Cracovia la ha convertido en una de las ciudades de Europa más deseadas. De la noche a la mañana, hemos visto cómo se ha llenado de turistas descubriendo un destino que no deja de sorprender. De estilo señorial, su mezcla de Historia y arquitectura es una de las cosas que más atrapan a todo el que llega de fuera. Durante el día el centro es un espacio para pasear disfrutando de construcciones que solo verás en esta parte del mundo mientras que por la noche su metrópolis se vuelven fiesta.
La Colina de Wawel, la Puerta Florián o el Collegium Maius son algunas de las cosas que no nos podemos perder en Cracovia. Por supuesto, dar un paseo por le barrio judío o descubrir el Planty (el parque más famoso de la ciudad y al que todos van a relajarse) son otros sitios que hay que colocar en nuestro cuaderno viajero. Por otro lado, si estás interesado en la Historia o te gustaría saber más sobre el pasado del sitio en el que te encuentras, no estaría mal que fueras al campo de concentración de Auschwitz–Birkenau, una experiencia que no olvidarás.
Viena (Austria)
Viena es otro de los clásicos europeos que no pueden faltar. Delicada por fuera pero bastante impresionante desde su interior, unos días de vacaciones aquí nos harán entender qué es la galantería, el cortejo y el orden en cada tramo de una ciudad. Como si en otra época nos encontrásemos, cada paseo nos hace recordar parte de la historia que ha construido el país de Austria y su capital. Llena de museos y con el detalle de que también podrás ir a una de esas famosas óperas si te gustan, cogiendo un avión hasta aquí no tienes nada que perder.
El Palacio de Schönbrunn, la Cripta de los Capuchinos o la Catedral de San Esteban son algunos de los monumentos que no nos podemos perder y sobre los que hay que prestar buena atención. Por supuesto pasear por los barrios del centro o comprar en el mercado Naschmarkt son dos cosas que no nos pueden faltar en la capital austriaca. Para los amantes de la naturaleza o que quieran pasar la tarde en uno de los rincones más románticos de la ciudad, el parque Stadtpark es uno de los mejores.
Milán (Italia)
Con cuatro en la lista se podría decir que Italia es el país de las ciudades de Europa. Milán, con ese perfecto combinado entre lo que es el terreno de la Historia con esas calles que crecen a una velocidad sorprendente, tiene bastante para descubrir. Desde galerías para comprar complementos hasta las que venden arte, existen cantidad de apartados que podemos disfrutar y con los que llenar nuestra maleta de recuerdos. Presentando la cara moderna del continente, una vez que vengas solo pensarás en repetir.
El Castillo Sforzesco, la Basílica de San Ambrosio, las Galerías Vittorio Emanuele II o la Catedral de Milán son puntos de la ciudad en los que hay que hacer al menos una parada. Por supuesto también hay espacio para la naturaleza y los lagos, son bienes preciados por todos los que habitan en el centro y sus alrededores. Bastante accesible desde España, si vives en Barcelona en menos de una hora de avión estarás en su aeropuerto aunque igual puedes ir en coche mirando los diferentes paisajes o en tren.
Atenas (Grecia)
Atenas es otra de las ciudades más importantes del continente. Con millones de turistas al año, sorprende que todavía haya personas que insistan en que les parece un sitio decepcionante. Grecia, que cuenta con espacios preciosos y es un país cargado de Historia, tiene en su capital un tesoro a viva luz del que no debemos perder detalle. Como perdidos en otro tiempo, todos los paseos que demos por aquí serán distintos a cualquier otro sitio en el que hayamos estado antes.
El Templo de Zeus Olímpico, la Ágora Antigua o la Acrópolis que hemos puesto en la fotografía de ejemplo son puntos de la ciudad que no hay que perderse bajo ningún concepto.